Cuando esto suceda, existe una operación llamada “London Bridge”. Dicho plan se había mantenido en secreto para los medios de comunicación, pero según lo indican varias fuentes, el diario The Guardian, tuvo acceso a él y ha dado a conocer los detalles de lo que ocurriría al minuto de que fallezca la soberana inglesa.

El relato escrito por Sam Knight, cuenta cómo esta fecha involucra una serie de eventos, desde los últimos momentos de vida de la reina hasta su funeral y entierro, todo esto con la finalidad de que ocurran sin obstáculos y con mucho honor. Estos son los pasos a seguir según la operación:

1.     El profesor Huw Thomas —quien es el doctor principal de la Reina Isabel II—, vigilará su salud y publicará un par de comunicados del palacio sobre el declive de la misma.

2.    Cuando la reina fallezca, el príncipe Carlos será considerado rey y Sir Christopher Geidt, el secretario de la reina, contactará a la Primer Ministro Theresa May. En ese punto, se enviará la confirmación de su muerte a 15 gobiernos extranjeros. La noticia será entonces comunicada a otros 36 países de la Commonwealth, para quienes la reina es una figura simbólica.

3.    Los gobernadores generales, los embajadores y los primeros ministros serán informados antes de que los medios de comunicación alerten al público en general. Lo acontecido saldrá como noticia de última hora, simultáneamente, a la Asociación de la Prensa y a los medios globales. Un lacayo fijará un aviso a las puertas del Palacio de Buckingham y la página web de la Familia Real será «transformada en un sitio sombrío, formal, mostrando el mismo texto sobre un fondo oscuro», informó The Guardian.

4.    Luego, se iniciará el aluvión de la cobertura mediática sin parar -la mayoría de las organizaciones de noticias ya tendrán días de cobertura planeada. La programación regular se interrumpirá, las redes de televisión se fusionarán y los comunicadores de noticias se vestirán de negro como una señal de respeto. Previamente, los canales de noticias ya han reclutado a expertos reales para discutir lo que acontezca. Las estaciones de radio comerciales comenzarán a tocar «música serena» antes de hacer el anuncio.

5.    Gran Bretaña entrará entonces en un período de luto. El príncipe Carlos se convertirá en el rey Carlos a las 11 de la mañana del día siguiente. El príncipe William será, desde ese entonces, el príncipe de Gales y Kate Middleton pasará a ser la princesa de Gales (el antiguo título de Lady Di).

6.    Antes de ser enterrada, el ataúd de la reina permanecerá «a disposición» por cuatro días completos. El palacio espera que un millón de personas vayan a rendirle sus respetos. El funeral, financiado por el pueblo británico, tendrá lugar el día 12 de su muerte. El féretro será llevado a la Abadía de Westminster por un carruaje de armas y el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dirigirá el servicio. Líderes mundiales y jefes de Estado de todo el mundo asistirán y los miembros del público probablemente alinearán la ruta del cortejo fúnebre.

7.    Después del funeral, el cuerpo de la reina podría ser enterrado en diversos lugares, incluyendo sus propiedades en Balmoral o Sandringham, o en una parcela en la Capilla de San Jorge en Windsor junto a su padre, el rey Jorge VI.

El Palacio de Buckingham no ha comentado dichas revelaciones, ya que tiene prohibido discutir los arreglos funerarios para los miembros de la Familia Real.