Antes que la especulación se apropie de esta columna, lo aclaro de inmediato: me retiro por mi voluntad, nadie me pidió que lo haga; ni la empresa, ni las multinacionales mineras ni la política. Al contrario, agradezco mucho al director y propietario de Actualidad Jachallera, Rafael Aravena, por estos dos años que brindó el espacio para poder escribir mis columnas libremente.  Verdaderamente al cierre de esta me despido como su amigo.

Fueron dos años arduos de estar plenamente vigente y poder llevarles a ustedes en cada salida una columna nueva y de pretenciosa calidad. Se hizo lo que se pudo. Podría haber hecho más, pero a veces el tiempo y la distancia pasan factura para estar en la inmediatez. Por eso nunca escribí sobre hechos de la diaria, sino me dediqué a analizar la coyuntura de nuestra provincia y departamento como la entendí y entiendo hasta ahora.

En mis columnas fui mi propio editor y corrector, por eso pido disculpas si se halló errores o maneras inentendibles de leerme. Pero salió la intención. Aunque no me conforma, me tranquiliza. Pero es solo un pensamiento en voz alta, porque siempre, el último análisis, palabra y pensamiento lo tuvieron ustedes. Los medios, periodistas, ensayistas, editorialistas y columnistas; no somos nada sin ustedes queridos lectores.

Claro está que en mis columnas hablé lo que quise, coincidentemente es lo que, a ustedes, la mayoría, también les interesaba. Y les interesa.

Escribí de varias cosas: política, arte, cultura, Jachalleros Necesarios, literatura, la noche jachallera, homenajes, periodismo, medio ambiente, megaminería, historias de vida, reivindicaciones de género, violencia de género. Y muchas cosas más. No me privé de nada en mi pequeño universo mental.

Eso me deja tranquilo en este paso por AJ. Me faltó hacer varias cosas. Pero las haré muy pronto en otro espacio, también jachallero. Y si gustan, los espero por ahí.

Gracias eternas a los lectores que cada semana me escriben y se contactan conmigo de manera privada para felicitarme o putearme. De eso se trata, de poner en debate todo. Sobre todo, para mí, tres ejes fundamentales en Jáchal: Cultura, Identidad y neo-política.     

Hay que fiscalizar los medios. No dejar pasar los errores que se pueden tener que, no solo ayudan a mejorar la calidad de las empresas mediáticas; sino el modo de comunicar, de hacer periodismo y de construir democracia.

Damos vuelta la página. Nos leemos y oímos muy pronto.

Abrazos y gracias eternas.