reflexión semanal
Jáchal se debe una acción climática
Es tiempo de poner en valor lo que nos está quedando. Lo que aún podemos conservar y cuidar. Porque estamos viéndolo aún, aunque sea casi un imposible, todavía tenemos agua, aire, fuego y tierra. Por Marcelo Castro Fonzalida.
Marcelo Castro Fonzalida
Aún estamos convencidos que los cuatro elementos no se acabarán nunca. Por eso abusamos y saqueamos los pilares fundamentales de la especie todo lo que podemos. Porque antes de la ropa viste nuestros cuerpos, las leyes que nos rigen y las morales que nos gobiernas, están los recursos naturales.
Englobados en un espacio, en un clima; nos queda seguir enfrentando a todos aquellos que desean destruirnos: Por sus codicias, por no querer cambiar los sistemas, porque no les importa el otro, salvo el dinero que pueden extraer de ellos, la tierra corre riesgos inconmensurables.
Hoy a las 16 en todo el país se marcha por el clima. Porque lo que debe cambiar es el sistema, no nuestras fuentes dadoras de energía. Una marcha enmarcada también en la campaña #GaneQuienGane para que no avance el extractivismo.
Este 23 de septiembre se celebró la Cumbre sobre Acción Climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ella, una larga lista de países se reunió para hacerse los preocupados por el medio ambiente del planeta. Lo cierto es que todo se resume a pronunciamientos, notas, entrevistas, un poco de divulgación, manifiestos, acuerdos y nada más. En concreto, esos mismos países globalizados y extractivistas son los responsables de las deforestaciones, las sequias, la desaparición de las montañas y el envenenamiento subterraneo de lo que hoy bebemos, pisamos y nos alimentamos.
Hay algunas cosas que ya no se pueden ocultar. Tal vez la más preocupantes es la intención de los países potencias y sus amigos (entre ellos Argentina) de querer seguir por la misma senda de daño hacía el medio ambiente. Pero lo que no se puede negar tampoco es que vivimos bajo el mismo sol y la misma luna. Y cuando las aguas comiencen a crecer y los calores se tornen insoportables, todos los gobernantes sentirán los daños.
En la Acción Climática de la ONU se alarmó sobre la suba de la marea en algunas zonas costeras del planeta. Se espera para dentro de 100 años que el mar crezca tantos metros que los habitantes de esos lugares deberán migrar. Según el informe de la ONU, alrededor de mil millones de personas deberá buscar refugio en zonas costeras poco elevadas.
Eso traducido a niveles de alertas se entiende que el movimiento humano acarreará todo tipo de cambios en ciudades enteras: cambios sociales-culturales-políticos y económicos.
Por ende, el que debe cambiar no es el clima, sino los sistemas. Cosa que los países enamorados de la ONU no hacen caso. Ni escuchan las alarmas de los científicos que están alertando lo que sí va suceder en no mucho tiempo.
Pero sí se preocupan por salir en fotos y fingir compromiso ambiental para las generaciones futuras. Esas mismas generaciones que están retomando la senda de la militancia activa ambiental. Y sobre todo derribando discursos hegemónicos que el cuidado del medio ambiente es solo preservar la limpieza de nuestros patios. Como si esas solas acciones van a lograr un verdadero cambio radical en el modo de vivir medioambiental.
Entre otras cosas, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático le dijo a la ONU este 23 que los hielos de Groenlandia y la Antártida se están derritiendo en demasía. La aceleración de que estos grandes bloques de agua congelada se acrecienten preocupa aún más por posibles situaciones venideras de inundaciones y olas de calor en el mar. Entre el 2007 y el 2016 se triplicó la pérdida de masa de hielo en la Antártida. Y al parecer estos deshielos no van a parar.
Entre varios pedidos, la ONU peticionó que un “Compromiso de la juventud y movilización pública: movilizar a las personas de todo el mundo para que actúen contra el cambio climático y asegurar que las personas jóvenes estén integradas y representadas en todos los aspectos de la Cumbre, incluidas las seis áreas de transformación.”
Hasta la ONU pregona movilizarse por los cambios. ¿En Jáchal por que nos movilizamos?
Jáchal también se merece sus acciones. Acercarse más a las iniciativas de luchas y charlar con aquellos que hace años están defendiendo y denunciando los saqueos. Porque las mega mineras son una contribución más a la destrucción de nuestra casa global.
Hay que salir de la burbuja dibujada con flores y pasto sintético. Hay que atreverse a más. A determinar cómo es que queremos vivir. Que los pueblos del mundo sean artífices de los verdaderos cambios. Que la conciencia que los jóvenes están difundiendo sea el legado actual para acciones inmediatas. Es el tiempo de ellos. Una horda imparable de frescura de ideas que necesitamos en un mundo anquilosado de conceptos conservadores. Dejar de permanecer sentados en los sillones de nuestras casas y hacerse parte de lo que está pasando.
Gane quien gane, en este planeta vivimos todos. Y si no lo van a cuidar quién tiene responsabilidades mayores, lo deberemos hacer nosotros de manera acérrima y tenaz: bajo cualquier consecuencia.
Es el único vaso de agua que nos queda. Es la única hectárea que tenemos. Es la última bocanada de aire que llega. Es la única llama que nos abriga. Hagamos algo, ahora.