Olga Filomena Espejo de 64 años, vive en la localidad de Pampa Vieja, ella tuvo once hijos y supo salir adelante con su marido. Logrando que sus retoños obtengan un alimento para ser fuertes en la vida y una educación que garantice sus futuros.

El tiempo y las circunstancias de la vida la marcaron para siempre. Ella perdió a su marido y con el transcurso de los años también perdió a cuatro hijos. A pesar de todos los golpes y avatares pudo salir adelante.

En la actualidad sigue viviendo en Pampa Vieja, allí dedica parte de su vida a la atención de su carnicería. Con la mejor sonrisa y su buena atención recibe todos los días a su clientela. Su espíritu de superación y lucha constante marcaron claramente sus ganas de salir adelante, obtener el sustento diario y acompañar a sus hijos.

Su esposo “Don Gonzales” fue quien le dejó el legado de la tradicional carnicera, ya que hace más de cuatro años y por problemas de salud, quedo imposibilitado para continuar con su trabajo; entonces ella sin dudarlo, y más allá de todo prejuicio, sacó adelante todas sus fuerzas para mantener a su familia y ser el sostén económico de su hogar.

Olga se siente orgullosa de sí misma, realiza su oficio con mucho amor y dedicación; allí encontró una forma de superar, de alguna manera, los golpes que le ha dado la vida. Derribando prejuicios y estereotipos impuestos socialmente.