día del trabajador
A pesar de la crisis, el asado del Día del Trabajador impulsa las ventas en carnicerías jachalleras
Aunque el consumo de carne viene en baja por la crisis, los carniceros jachalleros aseguran que en fechas especiales como el Día del Trabajador se nota un repunte importante en las ventas. El asado sigue siendo una tradición que, pese al ajuste, muchas familias buscan mantener para el festejo.
Redacción Actualidad Jachallera
En la antesala del Día del Trabajador, una fecha emblemática en la que las familias argentinas suelen reunirse para compartir un buen asado, las carnicerías de Jáchal muestran un movimiento comercial que, aunque no alcanza los niveles de años anteriores, genera cierto alivio entre los comerciantes locales.
Actualidad Jachallera dialogó con varios propietarios de carnicerías del departamento, quienes coincidieron en que, si bien se observa un repunte en las ventas motivado por la celebración, la realidad económica golpea fuerte y la caída general del consumo de carne es evidente.
“Hay movimiento, la gente viene y compra, pero no como antes. Lo que notamos es que en fechas especiales como esta, el Día del Trabajador, el Día del Padre o el Día de la Madre, repunta un poco. Son días que la gente quiere compartir en familia y se hace el esfuerzo”, comentó uno de los carniceros consultados.
Los precios reflejan también el impacto de la inflación. El kilo de asado de corte general se ofrece entre los $12.300 y $12.500, mientras que los cortes premium, preferidos por muchos para estas celebraciones, tienen valores más elevados: la punta de espalda y las costillas arqueadas rondan los $13.800, y las costillas comunes se venden a $11.000.
Como alternativa un poco más accesible, algunos clientes optan por el cerdo, que se encuentra a $9.000 el kilo, lo que lo convierte en una opción competitiva en tiempos de ajuste.
Desde los comercios también destacaron que muchos clientes hacen compras más medidas, priorizando calidad y raciones más justas. “Ya no es como antes, que se compraban cinco o seis kilos sin mirar tanto el precio. Ahora algunos se llevan dos o tres, acompañan con ensaladas, pan, y buscan mantener la tradición sin desajustar tanto el bolsillo”, señalaron.
Pese al difícil contexto, los comerciantes mantienen expectativas moderadas para las próximas horas y el fin de semana. “Ojalá se mantenga el movimiento. El asado sigue siendo parte de nuestra cultura y aunque la gente tenga que ajustarse, trata de no perder ese ritual”, concluyó uno de los entrevistados.