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Alumnos de la Escuela de Comercio Eusebio de Jesús Dojorti sembraron conciencia en el Día de la Tierra
Con frutas, flores, un árbol plantado y mucha conciencia ambiental, los estudiantes de la reconocida Escuela de Comercio Eusebio de Jesús Dojorti de Jáchal celebraron el Día de la Tierra con acciones concretas que unieron tradición, respeto por la naturaleza y compromiso con el futuro.
Redacción Actualidad Jachallera
En una conmovedora y colorida jornada que combinó conciencia ambiental, tradición y esperanza, los alumnos de la Escuela de Comercio Eusebio de Jesús Dojorti protagonizaron una celebración muy especial por el Día de la Tierra. Lejos de los discursos formales o los gestos simbólicos, estos jóvenes decidieron actuar con el corazón y las manos, brindándole al planeta un homenaje cargado de significado y compromiso.
Con una energía contagiosa, los estudiantes salieron al patio escolar llevando consigo ofrendas naturales: frutas jugosas, verduras frescas y flores de múltiples colores. Cada elemento fue entregado a la tierra en un gesto de respeto y gratitud, recordando las celebraciones ancestrales de los pueblos originarios, que veían en la naturaleza una madre generosa a la que había que cuidar y honrar.
"Escuchar el llamado del planeta" fue más que una consigna para estos adolescentes; fue un acto concreto. Entre risas, palas y manos sucias de tierra, cavaron un hoyo y plantaron un árbol. “Este crecerá con nosotros”, dijeron, con la certeza de que ese brote verde les regalará sombra en el futuro, cuando sean adultos y necesiten, como hoy, un refugio bajo el cual soñar y construir.
La actividad no se detuvo ahí. El jardín de la escuela también fue protagonista. Los alumnos lo llenaron de flores que pintaron el suelo con colores vivos, como si la tierra misma les devolviera una sonrisa al cielo. Cada rincón se volvió un pequeño testimonio de amor y dedicación.
Pero además de sembrar vida, también se dedicaron a limpiar. Con bolsas en mano y una fuerte voluntad colectiva, los estudiantes recorrieron todos los espacios del establecimiento educativo recogiendo residuos y dejando todo en orden. Una acción simple pero poderosa, que demuestra que el cuidado ambiental empieza por casa, en este caso, por la escuela que los forma y los acompaña día a día.
Desde la Escuela de Comercio Eusebio de Jesús Dojorti, Jáchal volvieron a demostrar que la juventud tiene mucho para enseñar. Que cuando se los escucha y se les da espacio, son capaces de transformar el entorno con creatividad, ternura y conciencia. Y que en el Día de la Tierra, el futuro no sólo fue sembrado, sino que empezó a florecer.