para tener en cuenta
Hacer ejercicio el fin de semana, ¿una solución eficaz para reducir la ansiedad de lunes a viernes?
La actividad física es un pilar fundamental para la salud física y mental. Sin embargo, en un mundo cada vez más marcado por la inactividad y las agendas apretadas, muchos hacen ejercicio solo durante los fines de semana. En estos casos, la falta de tiempo o la imposibilidad de hacer deporte durante los días hábiles lleva a concentrar todo el movimiento en los días sábado y domingo.
INFOBAE
Este fenómeno, que implica realizar sesiones de ejercicio una o dos veces a la semana, ha generado un debate sobre sus beneficios y riesgos, especialmente en aquellos con un estilo de vida predominantemente sedentario. Si bien la actividad física ocasional es mejor que la inactividad total, expertos advierten que este enfoque puede acarrear riesgos, como lesiones y complicaciones cardiovasculares, si no se realiza de manera adecuada y progresiva.
Para tener en cuenta, antes que nada: la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha postulado que los adultos “deben acumular a lo largo de la semana un mínimo de entre 150 y 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien un mínimo de entre 75 y 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, o bien una combinación equivalente de actividades de intensidad moderada y vigorosa, con el fin de obtener beneficios notables para la salud”.
Bajo esta idea, Norberto Debbag, deportólogo y cardiólogo de la UBA (MN 51320), explicó en conversación con Infobae las recomendaciones sobre el ejercicio físico para el fin de semana: “Los ejercicios más adecuados son aquellos que impliquen un consumo importante de oxígeno, como nadar, andar en bicicleta, caminar y trotar”, comentó. No obstante, subrayó que la elección debe depender de las condiciones particulares de cada persona, como el nivel de sedentarismo, el peso, los factores de riesgo coronarios o problemas cardíacos. “Si la persona no tiene trastornos de salud, tiene buena movilidad, y no presenta complicaciones, puede salir a caminar o trotar, incluso hacer trayectos cortos, o andar en bicicleta. Nadar también es una opción, siempre y cuando se haga de manera adecuada”.
En cuanto a la intensidad del ejercicio, Debbag recomendó actividades de baja a moderada intensidad, y resaltó que el objetivo debe ser aliviar el estrés acumulado durante la semana. Además, señaló la importancia de realizar estas actividades al aire libre: “La naturaleza y el ambiente juegan un papel importante. Para quienes viven en la capital, por ejemplo, correr o caminar en el lago de Palermo es una excelente opción. También se puede optar por un bosque o un área montañosa. La clave es estar al aire libre”.
El cardiólogo resaltó los beneficios de la actividad física para la salud mental y física, indicando que una buena oxigenación y un paisaje adecuado pueden contribuir a reducir la tensión acumulada durante la semana, al mejorar el descanso y el sueño. El especialista agregó que la actividad física regular tiene beneficios comprobados, como la mejora del sueño, la reducción de la ansiedad y la liberación de neurotransmisores positivos como dopamina y serotonina. “También fortalece la estructura ósea, previene la osteoporosis, y reduce el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores de 60 años”, apuntó.
No obstante, Debbag también advirtió sobre los riesgos, especialmente para quienes tienen condiciones de salud. “Es importante tener en cuenta los riesgos, por eso se recomienda siempre un control médico previo, especialmente si se trata de actividad física intensa”, subrayó. En caso de molestias como falta de aire, palpitaciones o dolor en el pecho, aconsejó detenerse y buscar atención médica si el malestar persiste.
Un estudio reciente planteó que hacer ejercicio solo los fines de semana, conocido como el patrón de actividad física del “guerrero de fin de semana”, puede tener efectos positivos sobre la ansiedad.
Según los hallazgos de este trabajo, realizar deporte una o dos veces por semana puede reducir significativamente el riesgo de experimentar ansiedad durante toda la semana. Los investigadores encontraron que, en promedio, cuando las personas seguían las pautas de actividad física recomendadas, que incluyen 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada o 75 minutos de actividad cardiorrespiratoria vigorosa en un período de siete días, no importaba si los entrenamientos se distribuían a lo largo de varios días o se concentraban en uno o dos días del fin de semana. Esto sugiere que, incluso si se tiene un horario apretado y solo es posible ejercitarse durante los fines de semana, los beneficios para la salud mental pueden mantenerse, de acuerdo a estos expertos.
El estudio reveló que, en comparación con los individuos inactivos, los “guerreros de fin de semana” presentaron un riesgo 35% menor de sufrir ansiedad. Este beneficio fue similar al de quienes se ejercitaron con mayor frecuencia. Según los investigadores, lo más importante es cumplir con la actividad física semanal recomendada, independientemente de la frecuencia con que se realice el ejercicio. El trabajo fue publicado en BMC Psychiatry.
La investigación subrayó que el patrón de ejercitarse el fin de semana es una opción viable para las personas que no pueden comprometerse a realizar ejercicio de manera regular durante la semana debido a limitaciones de tiempo, pero que aún desean reducir el riesgo de ansiedad.
Al final, el mensaje parece claro: no se trata de la frecuencia con la que uno hace ejercicio, sino de hacer el esfuerzo de cumplir con las pautas mínimas de actividad física. Como bien lo señalan los investigadores, incluso un par de días a la semana pueden marcar una diferencia significativa para la salud mental.
Elías Chamale, médico especialista en medicina del deporte y medicina interna de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), aportó: “En principio, realizar ejercicio físico siempre es beneficioso para el estado de salud en general y, particularmente, para reducir el estrés. Esto es algo bien conocido. Sin embargo, el riesgo surge cuando se plantea que se debe hacer ejercicio físico únicamente cuando hay oportunidad, como por ejemplo, los fines de semana. Muchas personas dicen: ‘El fin de semana, para desestresarme, salgo a hacer una práctica deportiva intensa’. Este tipo de comportamiento constituye un riesgo, especialmente en personas mayores de 40 años y aquellas que llevan un estilo de vida sedentario. Es muy importante distinguir este último concepto”.
El médico advirtió sobre los riesgos de la actividad física intensa cuando se realiza de manera aislada. “La actividad física intensa, cuando se realiza de manera aislada —por ejemplo, una o dos veces a la semana durante los fines de semana—, en combinación con un estilo de vida sedentario, puede constituir un riesgo, ya que el organismo no se adapta correctamente a la exigencia. Esto puede dar lugar a lesiones musculares, osteoarticulares, e incluso problemas vasculares”, afirmó.
Chamale aclaró que, aunque no hacer actividad física es más perjudicial que hacer algo de ejercicio, la intensidad debe ser cuidadosamente manejada. “Si se va a realizar actividad física de forma aislada, lo recomendable es que no sea de alta intensidad. Si se desea llegar a una actividad física intensa, es necesario pasar por un período previo de entre cuatro y seis semanas realizando actividad física cotidiana. Esto podría incluir actividades como caminar rápido o hacer algunos ejercicios de acondicionamiento en el gimnasio, con la orientación de un profesor de educación física, antes de realizar prácticas más intensas los fines de semana”, explicó. El especialista insistió en la importancia de realizar chequeos médicos previos para elaborar un plan adecuado de ejercicio físico.