La pasión por las tradiciones y la fe vuelve a unir a los sanjuaninos. Carlos Alonso, referente de la Regional Gaucha de Jáchal, confirmó a la prensa local que el departamento participará activamente en la edición 2025 de la Cabalgata de Fe a la Difunta Correa, que se desarrollará los días 10, 11 y 12 de abril.

Según detalló Alonso, la delegación jachallera estará integrada por entre 136 y 138 gauchos, quienes ya vienen trabajando intensamente en la logística y los preparativos para representar al norte sanjuanino con el mismo compromiso y fervor que en años anteriores. “Estamos coordinando los últimos detalles, afinando la organización. Esta es una movida muy grande que implica el traslado de personas, caballos, y un acompañamiento logístico importante”, expresó.

En ese sentido, destacó que contarán con el respaldo del gobierno provincial y de la Municipalidad de Jáchal, quienes asumirán los gastos logísticos que requiere la participación de una comitiva de semejante magnitud. “Es muy importante este acompañamiento, porque sin el apoyo sería muy difícil sostener una movilización tan grande”, remarcó el dirigente gaucho.

La jornada clave será el viernes 11 de abril, cuando la columna jachallera comenzará su marcha a las 7 de la mañana aproximadamente. El punto de partida será desde Jáchal, con destino a la ciudad de San Juan Capital, donde se espera arribar cerca del mediodía para integrarse al tradicional desfile gaucho que parte desde la capital sanjuanina hasta el paraje de la Difunta Correa, en Vallecito.

La Cabalgata de Fe a la Difunta Correa es uno de los eventos más multitudinarios y emblemáticos del calendario tradicionalista de San Juan. Miles de jinetes de distintos departamentos y provincias se congregan año a año para rendir homenaje a la figura popular de la Difunta Correa, un ícono de la religiosidad popular que convoca no solo por su mística, sino también por el profundo sentido de identidad y pertenencia que genera.

La participación de Jáchal no es menor: implica un enorme esfuerzo colectivo, donde el amor por las tradiciones, la fe popular y el orgullo de representar a la tierra natal se fusionan en una cabalgata que trasciende lo simbólico y se convierte en un verdadero acto de fe.

“Para nosotros, como jachalleros y como gauchos, estar presentes en esta cabalgata es una cuestión de identidad. No es solo una tradición, es un legado que llevamos en la sangre”, concluyó Alonso, emocionado por lo que se viene.