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Doña Beti, un ejemplo de solidaridad y aprendizaje en Jáchal donó ajuar de bebé al Hospital San Roque
A los más de 60 años, doña Beti continuó formándose en la Escuela Técnica Arturo Marasso y transformó ese conocimiento en un gesto solidario: en esta oportunidad confeccionó ajuar de bebé que donó al Hospital San Roque de Jáchal para ayudar a madres y recién nacidos en situación de vulnerabilidad.
Redacción Actualidad Jachallera
En Jáchal, donde los gestos solidarios son el motor de muchas iniciativas comunitarias, Berta Valentina Mallea, conocida cariñosamente como doña Beti, demostró que nunca es tarde para aprender y contribuir al bienestar colectivo. Con más de 60 años, doña Beti decidió salir de la rutina y embarcarse en una nueva etapa de aprendizaje en la Escuela Técnica de Capacitación Laboral Arturo Marasso. Allí, no solo adquirió nuevas habilidades, sino que también encontró una forma de volcar lo aprendido en beneficio de los demás.
En un acto de generosidad digno de destacar, doña Beti confeccionó un ajuar de bebé que fue donado al Hospital San Roque de Jáchal. Este gesto solidario tiene un destinatario muy especial: las madres y sus hijos en situación de vulnerabilidad que asisten al nosocomio. "Lo que aprendí en la escuela me motivó a hacer algo útil para la comunidad. Este es solo un pequeño aporte para quienes más lo necesitan", expresó emocionada doña Beti, quien no duda en animar a otros a seguir su ejemplo.
El ajuar, compuesto por prendas y accesorios esenciales para recién nacidos, fue recibido con gratitud por profesionales del hospital, que destacó la importancia de estas donaciones para las familias de escasos recursos. "Es un gesto que habla del compromiso de la señora Beti con su comunidad. Esperamos que este ejemplo inspire a más personas", comentó una de las enfermeras del área de neonatología.
La historia de doña Beti resalta no solo por su altruismo, sino también por su espíritu incansable de superación. En la Escuela Técnica Arturo Marasso, encontró no solo una oportunidad de aprender, sino también un espacio para conectarse con otras personas y fortalecer el sentido de comunidad. Las autoridades de la institución educativa también se mostraron orgullosas de este logro, asegurando que ejemplos como el de doña Beti son el reflejo del impacto positivo que estas capacitaciones generan en los estudiantes y en su entorno.