Cristina Fernández de Kirchner regresaba a su casa tras participar de una sesión en la Cámara de Senadores y se acercó a saludar a los militantes, mientras se desarrollaba la vigilia para apoyar a la referente del Frente de Todos, que comenzó hace 11 días.

En ese momento, el hombre sacó una pistola y la apuntó contra la cara de la expresidenta, pero no la pudo gatillar. Acto seguido, la militancia y la custodia de la líder peronista lograron reducir al sujeto. Rápidamente, pusieron a Kirchner a resguardo, mientras el implicado era detenido por las fuerzas policiales, que se lo llevaron en un patrullero.

El miércoles, la Policía ya había detenido a un joven delivery que se acercó a la zona a insultar a los militantes, e incluso los amenazó con un objeto contundente.

Los seguidores de Kirchner se están manifestando hace varios días en el barrio de Recoleta después de que los fiscales de la causa "Vialidad" pidieran hasta 12 años de prisión contra la vicepresidenta, acusada de desviar contratos de obras públicas hacia empresarios allegados durante los gobiernos kirchneristas.