La Conmebol anunció que la fallida revancha de la final de la Copa Libertadores entre River y Boca se reprogramó para el próximo 9 de diciembre a las 16:30 (hora argentina) en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid, con público de ambas hinchadas.

Lo confirmó el presidente de la Confederación, Alejandro Domínguez, después que la Unidad Disciplinaria no hizo lugar al pedido de puntos y título de Boca, por la agresión sufrida por sus jugadores en el traslado del micro hacia el estadio Monumental.

El partido de ida, que se jugó con total normalidad en la Bombonera, parece lejano en el tiempo. Fue un empate 2-2 en el que no influyó la regla del gol de visitante, algo que tampoco sucederá en la cancha del Real Madrid, donde el Millonario será el “local”. En caso de empate en los 90′ reglamentarios, habrá dos tiempos suplementarios de 15′ cada uno y si persiste la igualdad, el campeón se definirá por penales.

¿Por qué en la capital española? “Entendemos que la ciudad de Madrid alberga todas las necesidades, tomamos la decisión porque España es el país que tiene mayor comunidad de población argentina en el mundo fuera de la República Argentina. Es la décima ciudad más segura del mundo, su aeropuerto es el que más conectividad tiene con Latinoamérica”, detalló Domínguez al dar la justificación de la elección.

A nueve días del partido decisivo, tiempo insuficiente para intentar ahorrar dinero, será privilegiados quienes puedan sacar cuentas y planear su viaje para presenciar la Superfinal.

Un vuelo directo (11 horas 50 minutos) en clase económica por la compañía española Iberia de Buenos Aires a Madrid cuesta, en promedio, unos 40 mil pesos, según informa un conocido sitio de ofertas aéreas. En cambio, existen vuelos más económicos de ida y vuelta a una media de 50 mil pesos, con escalas.

A ello se le sumará el costo de la entrada, cuyo valor se desconoce, los traslados hacia el estadio Bernabéu, comida, hospedaje y demás gastos diarios. Quien viaje, además, deberá contemplar un cambio: llevar euros en lugar de pesos argentinos.

Finalmente, el presidente de la Conmebol confirmó que la misma terna arbitral programada para el juego del sábado 25 dirigirá el partido del domingo 9 de diciembre. El árbitro principal será el uruguayo Andrés Cunha.