reflexión semanal
Sonría jachallero, está siendo filmado
Poner el ojo antes que la bala. Mirar y mirar, Jáchal es observada. Pero solo eso y nada más. Ingresa a la nota para leer la columna semanal de Marcelo Castro Fonzalida.
Marcelo Castro Fonzalida
Hay diferentes maneras de mirar. Desde todos los sentidos o las razones. Todo es observable en el universo de las miradas, pero también somos mirados y allí entramos a una vidriera como mercancía de oferta.
Los ojos de La Gioconda se posan sobre nosotros. No dejan de mirarnos. Nos interpelan, nos movilizan, nos preguntan una y otra vez. Pero no sabemos que responder. Sus ojos nos miran fijos y penetrante, es el arte de mirar.
El dólar y su ojo, el que todo lo ve. El que todo lo compra. Sea o no blue el dólar siempre es verde. Como la esperanza o como el sueño americano. En Jáchal es sueño es más canadiense.
Todos miramos. Siempre hay algunos ojos por ahí que observan. Así estamos: observados.
Parecemos un gran Gran Hermano. ¿Seremos nominados?, ¿Estaremos listos y dignos para posar ante las cámaras?.
Cámara uno, cámara dos, cámara meteorológica, cámara desde una gestión, cámara de seguridad, cámara de diputados, cámara y acción. Poca acción.
Mucha tecnología. Mucho avance para demostrar. Pero, ¿qué más? ¿Qué más miramos los jachalleros?, ¿cómo lo hacemos?. Pues con los ojos claro está. No todos miran desde las cámaras. Contados.
Hay droga, hay alcohol, hay siniestros viales, hay violencia. Tenemos que decirlo. Debemos hacernos cargos. Mucho cargo de eso. Lamentablemente podría escribir de otras cosas, pero también hay que decir esto. Y también hay contaminación, aunque esas cámaras no miran esas cuestiones.
Hay niveles de responsabilidad. Cada jachallero y jachallera tiene su cuota. Algunos están en plan ahora 12, otros en plan ahora 4. Cuatro años de gestión. Hoy es uno, mañana será otro. Las personas pasan, las luchas quedan.
Batallemos los flagelos que existen en Jáchal. Ampliemos el foco de las cámaras. Miremos más allá. Basta de ser espectadores. No más un tablero con micro pantallas dónde la vida de los jachalleros es filmada. No seamos una película. Seamos acción. Actuemos.
Y sonriamos, porque estamos siendo filmados.