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Actualidad Jachallera » Opinión » 6 jun 2018

El medio ambiente de Gioja (Por Marcelo Castro Fonzalida)

Hablar de medio ambiente en Jáchal es un tema sensible. Se entiende lo vidrioso que puede ser tratar esa temática. Pero en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente (DMMA) no podemos dejar pasar desapercibido nada.


Ayer se conmemoró el día que recuerda y sirve para concientizar sobre el medio ambiente. O por lo menos eso es lo que se propuso la Organización de la Naciones Unidas (ONU). Sin bien es cierto que desde el año 1972  la ONU impuso la efeméride, recién el 5 de junio de 1974 oficializó el DMMA. Desde esa fecha en todo el mundo se trata de buscar y discutir todo lo que más se pueda en materia de la preservación de los recursos naturales del planeta. Como así también el cuidado diario de los espacios compartidos que resultan vitales para, nada más y nada menos, sobrevivir.

En este universo dónde el calentamiento global; las erupciones volcánicas, los terremotos, huracanes y tifones, tsunamis y demás manifestaciones de fenómenos naturales están; la mano del hombre hace lo suyo. Jáchal lo sabe. Y de la peor manera.

La lucha de las corporaciones mineras como Barrick Gold para tapar todo lo que se sabe sobre sus contaminaciones es tan grande que se nota. Se nota en el dinero que están desplegando en Jáchal hoy en día. En esos fondos recaudados por empresas explotadoras a cielo abierto. Todo situado en montañas de zonas periglaciar de la Cordillera de los Andes.

Hay que charlar que está pasando. En Jáchal hay mucha gente descontenta sobre el accionar nefasto que la mina Veladero desarrolló desde aquél fatídico 12 de septiembre del 2015. Cuándo a escaso tiempo se confirmó que una cifra millonaria de agua con cianuro se había desparramado en el Rio Jáchal.

Sigamos en un punto: El silencio de algunos vecinos. Hipótesis hay varias.

Una podría ser de no querer exponerse ante su mismo pueblo. No ir a una marcha o simplemente hablar entre ciudadanos por el que dirán. O simplemente para no pelearse con otras personas. Mala decisión. Por lo menos, poner sobre el tapete este tema en Jáchal, acarrearía tomar más conciencia del cuidado del medio ambiente.

Otra conjetura es el caso omiso y sumiso al giojismo. Sabemos que los hermanos Gioja gestaron desde la década del 90 en adelante la instalación de las mineras en San Juan. En paralelo también construyeron un emporio político para desembocar en esta provincia y adueñarse de la escena política. Eso les daría (y les dio) la libertad absoluta para convertir a este pedazo de Cuyo en una zona minera dependiente. Ante esas acciones astutas del recientemente destituido jefe del PJ nacional, José Luis Gioja, muchos jachalleros callan. Porque quieren al político. Porque lo votaron. Por pertenencia partidaria. Porque les interesó poco lo que otros denunciaban y siguieron no aceptando el grave daño al medio ambiente. Porque no les queda otra. Porque se sigue defendiendo el slogan de “minería responsable”. O simplemente porque no existe la crítica.

Son muchos los jachalleros y jachalleras que están en contra de la contaminación de las megamineras. Pero no lo dicen abiertamente. Se entiende que en pueblos como Jáchal muchos dependen del empleo público (sea de distintos estamentos) o sector privado vinculado directa o indirectamente al gobierno. Condicionante para el silencio.  

 

Gioja creó su propio medio ambiente. Y sus representantes locales entendieron a la perfección esa idea. Mientras menos hablen de minería mejor. Solo mencionar esa palabra cuándo haya que salir a relucir el dinero que pueden invertir en el pueblo. O sea, cuando se esté en campaña.

 

Tal vez uno esté equivocado. Y ciertas obras sean más importantes (o se midan con esa vara) que las futuras vidas que nazcan sean sanas y sin malas patologías físicas y genéticas por los metales pesados que existen en el agua.

 

También puede pensarse que estas caracterizaciones que presento aquí están dichas o gastadas. Confieso entonces que hay que seguir poniéndolas en discusión. Porque se trata de pensar y re-pensar en un Jáchal con la misma idiosincrasia cultural y con una fuerte perseverancia de lo propio. Sea el campo, las industrias o el turismo. Terminar con el silencio que sigue aumentando la brecha de esa falsa dicotomía que impusieron de minería sí o no. Ir más allá. Esto también es parte del medio ambiente.

 

En Jáchal hace mucho tiempo que no se habla de producción agrícola, ganadera o caprina. De apicultura y olivos. De Cebolla mucho menos. Ni pensar en trigo. Todo esto mencionado también es medio ambiente.

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