Como si el 2020 no se hubiera ido nunca, los jachalleros seguimos perdiendo seres queridos en la sociedad. Esta vez no fue el COVID, fue una fuerte enfermedad que no le dio tiempo de prepararse para luchar a un querido policía local y finalmente, Carlitos Durán se fue dejando dolor y desconsuelo en todos los que conocieron a este humilde ser que supo ganarse el cariño de quienes alguna vez tuvieron contacto con él.

Cada vez que llegabas a la comisaría, generalmente él estaba ahí, atendiendo y entendiendo que algo necesitabas e inmediatamente se ponía a disposición y buscaba una solución, porque así fue educado. Proveniente de una familia humilde, trabajadora, buena gente, porque toda la familia es así, característica de los habitantes de la zona rural, de donde surgió Carlitos y allí vivió hasta que decidió ser parte de una de las profesiones más nobles… policía, porque en su interior sentía la necesidad de cuidar y proteger al otro.

Cosechó lo que sembró y eso quedó demostrado en un multitudinario velatorio que concluyó con un cotejo fúnebre más que emotivo. Sus restos pasaron por última vez por su querida Comisaría 21º de Jáchal, su segunda casa, el lugar que lo hacía feliz y allí sus compañeros y amigos formaron una fila para brindarle el último adiós, y con lágrimas en los ojos despidieron a su “querido Oficial Principal”.

“Wilo” descansa en paz…