"Las ferias y mercados duraban unos días y las esposas que se quedaban en casa -que eran principalmente mujeres que trabajaban en la agricultura, en el campo y cuidaban del ganado- tenían la libertad de poder traicionar a sus maridos incluso con los arrendatarios de sus tierras", detallan en el portal Abitare a Roma.

"Hoy en día, en muchos lugares de Italia, especialmente en municipios medianos y pequeños, como Ruviano (Caserta), Roccagorga (Latina), Grottammare (Ascoli Piceno), Santarcangelo (Rimini) hay fiestas, desfiles, eventos, actividades de entretenimiento que, de forma divertida, renuevan la tradición de la fiesta de los cornudos", agregan, aunque advierten que "este 2020, el 11 de noviembre será un día diferente debido a las prohibiciones previstas por las medidas dictadas por los poderes públicos contra la pandemia de Covid-19".

Martino era un soldado de la caballería romana, oriundo de Panonia (ahora Hungría), que se convirtió al cristianismo y fue obispo en el siglo IV. Hijo de un militar que le dio su nombre en homenaje al dios de la guerra, Marte, la leyenda que más se popularizó alrededor de su figura cuenta que una noche fría encontró a una persona sin hogar, cortó su manto militar en dos para asistirlo y Jesús se le apareció en un sueño. Al despertar, dicen, la manta estaba intacta. Luego de esto, el joven abrazó la fe y se convirtió más tarde en obispo de Tours.

A la fecha también se le atribuye un origen mitológico, vinculada a la popularizada historia de amor adúltera entre Marte (Martino es su diminutivo) y Venus, la diosa del Amor. Según cuentan, fueron sorprendidos por Vulcano, su esposo y dios del Fuego, quien, decidió encerrarlos y exhibirlos frente al resto del Olimpo. Sin embargo, aseguran, lejos de tener éxito, las deidades se burlaron de él.

En las redes sociales, el "Día del Cornudo" atravesó las fronteras de Italia, se volvió tendencia en Argentina y los internautas comparten todo tipo de mensajes.