Por: Redacción Actualidad Jachallera
Este episodio se produce en un contexto internacional marcado por el resurgimiento del sarampión, con la Región de las Américas perdiendo recientemente su estatus de libre de transmisión endémica. El caso fue detectado a través del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS2.0) el 5 de diciembre, tras la aparición de fiebre superior a 38 °C, exantema generalizado y síntomas respiratorios altos en el menor, cuyos síntomas comenzaron el 24 de noviembre.
La primera consulta médica se realizó dos días después en un centro pediátrico local, donde se tomaron muestras para diagnóstico. Los estudios iniciales de anticuerpos IgM resultaron indeterminados, por lo que las muestras fueron derivadas al Laboratorio Nacional de Referencia, donde se confirmó la presencia del virus mediante rt-PCR. Actualmente, el paciente se encuentra clínicamente estable y permanece en aislamiento domiciliario junto a su familia.
El niño cuenta con una dosis documentada de vacuna triple viral aplicada en noviembre de 2024, no presenta comorbilidades ni factores de riesgo adicionales. La investigación epidemiológica identificó un antecedente de viaje a Casilda, provincia de Santa Fe, entre el 14 y el 15 de noviembre, lo que orienta la búsqueda de la fuente de infección. Todos los contactos estrechos han sido identificados y se encuentran bajo seguimiento activo, con verificación de esquemas de vacunación y recomendaciones de aislamiento según el nivel de exposición.
Desde el Ministerio de Salud de Entre Ríos, convocaron en forma urgente a la Comisión Ministerial Asesora para la Vigilancia y Control del Sarampión, para evaluar en detalle la situación epidemiológica, según informaron desde la cartera provincial.
El Ministerio de Salud de la Nación subrayó la importancia de fortalecer la vigilancia de la enfermedad febril exantemática (EFE), verificar y completar los esquemas de vacunación y sensibilizar a la población sobre la consulta temprana ante fiebre y exantema. En palabras del comunicado oficial, “el objetivo es informar sobre la situación epidemiológica e instar a los equipos de salud a fortalecer la vigilancia de enfermedad febril exantemática (EFE), verificar y completar esquemas de vacunación y sensibilizar a la población sobre la importancia de la consulta temprana ante la aparición de fiebre y exantema”.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, capaz de afectar a personas de cualquier edad. Sus manifestaciones clínicas más frecuentes incluyen fiebre alta, manchas rojas en la piel, secreción nasal, conjuntivitis y tos.
En casos graves, especialmente en menores de 5 años y personas malnutridas, puede provocar complicaciones respiratorias como neumonía y del sistema nervioso central, incluyendo convulsiones, meningoencefalitis, ceguera y trastornos degenerativos irreversibles. La transmisión ocurre a través de gotas liberadas al toser o estornudar, y el virus puede permanecer activo en el aire o en superficies durante dos horas. No existe tratamiento antiviral específico, pero la vacunación es una herramienta eficaz de prevención.
El contexto internacional refuerza la preocupación. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados en septiembre de 2025, entre enero y septiembre se notificaron 360.321 casos sospechosos de sarampión en 173 países, de los cuales 164.582 (45,6 %) fueron confirmados. El 34 % de los casos se concentró en la Región del Mediterráneo Oriental, seguida por África (23 %) y Europa (18 %).
En la Región de las Américas, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunció el 10 de noviembre que se ha perdido el estatus de región libre de transmisión endémica, tras restablecerse la circulación sostenida del virus en Canadá durante al menos 12 meses. El comunicado de la OPS fue contundente: “Las Américas, que fue la primera región del mundo en eliminar el sarampión en dos ocasiones, ha perdido nuevamente su estatus de libre de sarampión”.
En 2025, entre las semanas epidemiológicas 1 y 37, la Región de las Américas reportó 11.313 casos confirmados de sarampión, incluyendo 23 defunciones. Los países más afectados fueron Canadá (4.849 casos, una defunción), México (4.553 casos, 19 defunciones) y Estados Unidos (1.454 casos, tres defunciones). Argentina registró 35 casos, junto a brotes en Belice, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Paraguay y Perú. Este total representa un aumento de 31 veces respecto a los 358 casos notificados en el mismo periodo de 2024.