A las 9 empezó la sesión en la Cámara Alta, donde por 34 votos afirmativos y 2 en contra (Gladys Ruiz e Hilda Quiroga) se decidió derogar la "ley minera". A partir de las 11 se define en la Cámara de Diputados. De derogarse la normativa se restituirá la prohibición del uso de sustancias químicas en la minería, tal como lo legislaba la original 7.722.

En las últimas horas, un "banderazo" copó algunas rutas y calles de la provincia. Pese al anuncio y el compromiso de Suárez, ambientalistas y vecinos autoconvocados decidieron seguir adelante con las movilizaciones, que trasladarán al Centro a modo de símbolo de la lucha "a favor del agua".

Por la votación en la Legislatura, manifestantes coparon los alrededores con consignas contra el avance de la minería en Mendoza.

La suspensión dispuesta por Suárez el jueves pasado activó el “sálvese quien pueda” en los dos partidos mayoritarios. A las pocas horas del anuncio, el peronismo salió a pedir la derogación, pese a que había acompañado la 9.209. El paso siguiente fue la suspensión de vendimias. Empezaron los municipios del PJ, se unió San Carlos, que a estas alturas ya nadie sabe si integra el mapa oficialista, y continuaron varios radicales. 

El objetivo del PJ fue no quedar “incinerado” ante la militancia, que había cuestionado duro incluso a los referentes del kirchnerismo local en las redes: Lucas Ilardo fue el más castigado y luego Anabel Fernández Sagasti, senadora nacional y quien había dialogado con el presidente Alberto Fernández (también celebró la ley 9.209).

Lo cierto es que el oficialismo nunca previó semejante resistencia en las calles y, para asegurar la paz, Suárez decidió dar marcha atrás el viernes por la noche tras una reunión con los intendentes.

FUENTE: DIARIO LOS ANDES