A 25 años del ataque a la AMIA
En alguno de los primeros dos meses de 1992, el libanés Hussein Ibrahim Mohammad Suleman Abus Abas, de treinta y un años, entró a la Argentina desde Brasil, por una frontera legal, haciendo migraciones y pasando por una aduana oficial. Cargaba una valija marca Samsonite de color negro. Adentro llevaba ocho paquetes de chocolates, cinco shampoos y galletitas. Los controles en los aeropuertos, en ese tiempo, eran poco sofisticados. Esa travesía inició a Hussein Mohamman Ibrahim Suleman Abus Abas en un nuevo método para exportar el terror y la muerte que usaría la organización a la que pertenecía desde 1980, Hezbollah. En su maleta, Hussein Mohammad Ibrahim Suleman Abus Abas había escondido explosivos. Entre los dulces y los aseos se calcula que transportó de forma clandestina cinco kilos de TNT y muy posiblemente también C-4.
Suleman Abus Abas nació el 11 de julio de 1960 en la aldea El-Khalim, ubicada en el sur del Líbano. Esa geografía se unió para siempre con el Parque Centenario, en la Ciudad de Buenos Aires. Extraño vínculo.
Ocurre que Hussein debía cumplir una orden más que le llegó desde Beirut. El Parque Centenario iba a funcionar como resguardo de sus elementos químicos que se usan para hacer bombas. Por eso visitó el lugar tres veces. La segunda enterró algo de TNT y C-4 en una zona cercana al lagoartificial a la que debió volver para sacar una foto. Con esa guía visual, quien habría retirado los detonadores de ese escondite fue otro miembro de la “yihad islámica” de Hezbollah, el terrorista conocido como Samuel El Reda.
El experto en explosivos y también “cuadro” de Hezbollah, Malek Obeid, usó el "equipaje" de Suleman para armar dos bombas con materiales diferentes pero mismos detonadores, y en meses diferentes. Una de esas bombas la cargó en una Ford F-100 el 17 de marzo de 1992. Un chofer suicida, Muhamad Al-Din Nur Al-Din, manejó el vehículo hasta subirlo a la vereda de la calle Arroyo en donde estaba la sede diplomática de Israel. El humo gigantesco desde cerca y desde lejos oscureció la ciudad. Y ahí nada quedó. O muy poco.

Una imagen del documento venezolano del terrorista conocido como Samuel El Reda, que retiró detonadores escondidos del Parque Centenario.
Murieron 29 personas y más de 300 fueron heridas. El estallido se produjo a las 14:47 de la tarde. La investigación la instruye todavía la propia Corte Suprema de la Nación por tratarse de un atentado ocurrido en territorio diplomático, bajo jurisdicción de otro país.
Todos los activistas operativos y de logística de la Yihad de Hezbollah salieron del país después de aquel acto terrorista. Y volvieron. Los mismos.
El “Ingeniero” Obeid, su discípulo Alí Nejam Aldin, el clérigo con protección diplomática Moshen Rabbani tenía residencia fija en Buenos AIres pero reactivó sus labores; El Reda y su hermano, Samuel, también retornaron a la Argentina, donde no eran buscados por nadie porque nadie había logrado, hasta entonces, detectar alguna pista que los descubra ante las autoridades. En julio de 1994, con los químicos que sobraron de la Samsonite y del desentierro delParque Centenario, Maluk Obeid cargó la parte trasera de unaTraffic blanca sin ventanas con 400 kilos de un explosivo conocido como Amodal. Fue lunes. El día después de la victoria de Brasil en la final del Mundial de fútbol en San Diego, Estados Unidos.
El joven Ibrahim Berro, hermano de otros "mártires" de Hezbollah,encendió la Traffic estacionada en el garage llamado Jet Parking, cercano a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Manejó despacio. Y frente al edificio de Pasteur 633, su objetivo, dobló el volante y vio la entrada del edificio. Antes de chocarla detonó todo.
La alquimia de Obeid había funcionado de nuevo.

Imagen de Ibrahim Berro, acusado de ser el terrorista suicida que manejó la Traffic blanca que detonó la AMIA el 18 de julio de 1994.

Croquis de la forma en que se usó la Traffic blanca en el ataque a la AMIA.
La AMIA cayó en segundos y se deshizo en un millón de escombros.
Los edificios de los costados y los de la vereda de enfrente se dañaron gravemente. Hubo objetos muy grandes y muy pesados que volaron cien metros o más para arriba o para un costado.
Pánico. Sangre y muerte.
Un perito dejó asentado en el expediente del caso que la densidad de las paredes de esos departamentos y oficinas del barrio del Once hicieron explotar con mayor daño los 400 kilos de Amonal fabricado por Malek, todo sumado al TNT y al C-4, que había escondido Suleman en Parque Centenario.

Un homenaje en El Líbano a Ibrahim Berro, el terrorista suicida que detonó la Traffic en la AMIA, y también a sus hermanos, que se suicidaron en otros ataques.
Clarín reconstruyó parte de la esta historia en base no solo a entrevistas con algunos de los protagonistas de la investigación. También las diferentes versiones que existen el atentado a la AMIA y al de la Embajada de Israel. A la lectura de parte del expediente sobre este atentado contra la AMIA, Además, las fuentes, que investigaron el caso en el terreno, se basaron también en la lectura y reunión de información que durante más de dos décadas recogieron y analizaron las agencias de Seguridad e inteligencia de potencias de Occidente.
Este diario además chequeó o agregó detalles de la trama gracias al aporte que hicieron tres importantes ex jefes de los espías que trabajaron en el servicio de Inteligencia de la Argentina durante la investigación "inicial" de los dos atentados.
Otras fuentes son públicas: el expediente inabarcable de AMIA, dictámenes de sus fiscales, sobre todo de Alberto Nisman. O testimonios de ex jefes de la ex SIDE ante el tribunal oral que juzgó el posible encubrimiento en los juzgados federales.
Lo que se leyó y leerá, a pesar del esfuerzo periodístico, y debido que parte de lo redactado proviene de organismos de espionaje internacionales, es de judicialización compleja.
Las fuentes son serias: son agencias de países desarrollados que no suelen fallar en casos así. Quienes trabajaron el tema responden a países que ayudaron a la Argentina a intentar llegar a verdad.
Clarín viajó además a un país europeo para entrevistarse con confidencialidad con expertos en el caso AMIA y Embajada.
Esos agentes, cuya identidad y nacionalidad se mantendrán en el anonimato, hablan de las dos detonaciones en Buenos Aires como si hubiera sido una.
Actuaron las mismas personas.
Las bombas eran diferentes pero fabricadas por la misma persona.
Y el sistema y los mecanismos para trabajar en el terreno o controlar desde el Líbano o en las calles de Buenos Aires también se repiten en cada caso.
Y en otros que se replicaron con éxito porque fueron atentados de Hezbollah que no pudieron evitarse, o decenas más que sí tuvieron un buen desenlace porque se evitó que se produzcan.
Varias fuentes aceptaron la invitación de tomar un café para ayudar a encontrar a los responsables del mayor ataque con bomba contra una entidad judía desde que finalizó el Holocausto.
Las 85 víctimas de la AMIA
El atentado se registró el 18 de julio de 1994 a las 9.53. Hoy se cumplen 25 años. Los responsables no fueron condenados. Acá, las historias de los fallecidos.
Silvana Alguea de Rodríguez
28 años
Era asistente social y trabajaba en AMIA
Jorge Antúnez
18 años
Trabajaba como mozo en un bar de Tucumán y Pasteur
Moisés Gabriel Arazi
22 años
Era estudiante y esperaba en la Bolsa de Trabajo
Carlos Avendaño Bobadilla
61 años
Era electricista y trabajaba en Maestranza de la mutual
Yanina Muriel Averbuch
20 años
Estudiaba abogacía y traductorado. Trabajaba en AMIA
Naum Band
55 años
Trabajaba en el sector Vigilancia de la mutual
Sebastián Barreiros
5 años
Pasaba por la puerta de AMIA junto a su mamá
David Barriga
28 años
Empleado de AMIA, se ocupaba de las refacciones
Hugo Norberto Basiglio
47 años
Era electricista y trabajaba haciendo refacciones en el edificio
Rebeca Violeta Behar de Jurín
58 años
Era obstetra y vivía sobre Pasteur, pasaba por la puerta de AMIA
Dora Belgorosky
54 años
Trabajaba en la Bolsa de Trabajo de la mutual
Favio Enrique Bermúdez
26 años
Trabajaba en la imprenta Chiesa y Galarraga, frente a AMIA
Romina Ambar Luján Boland
19 años
Empleada. Pasaba por AMIA camino a la Facultad de Económicas
Emiliano Gastón Brikman
20 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Gabriel Buttini
36 años
Electricista. Trabajaba en las refacciones del edificio
Viviana Adela Casabé
24 años
Era diseñadora gráfica. Trabajaba en DAIA
Paola Sara Czyzewski
21 años
Estudiaba abogacía. Estaba dentro de la mutual
Jacobo Chemauel
56 años
Trabajaba en el sector de Maestranza de AMIA
Cristian Adrián Degtiar
21 años
Estudiaba abogacía y trabajaba en DAIA
Diego De Pirro
23 años
Estudiante y empleado. Vivía sobre Pasteur, frente a la mutual
Ramón Nolberto Díaz
53 años
Era el encargado del edificio de Pasteur 632, ubicado frente a AMIA
Norberto Ariel Dubin
31 años
Tenía el cargo de subjefe del sector Sepelios de AMIA
Faiwel Dyjament
73 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la mutual
Mónica Feldman de Goldfeder
39 años
Solo se conoce su nombre y edad.
Alberto Fernández
54 años
Hacía repartos de panadería. Pasaba por Pasteur a cobrar a unos clientes
Martín Figueroa
47 años
Electricista. Trabajaba en las refacciones de AMIA
Ingrid Finkelchtein
18 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Leonor Gutman de Finkelchtein
42 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de la mutual
Fabián Marcelo Furman
30 años
Trabajaba en el sector Sepelios de AMIA
Guillermo Benigno Galarraga
45 años
Era socio de la imprenta Chiesa y Galárraga, ubicada frente a AMIA
Erwin García Tenorio
Trabajaba haciendo refacciones en AMIA
José Enrique Ginsberg
43 años
Director del sector Sepelios de AMIA. Le decían Kuky.
Cynthia Verónica Goldenberg
20 años
Estaba en primer año de Psicología. Trabajaba en DAIA
Andrea Judith Guterman
28 años
Maestra jardinera. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Silvia Leonor Hersalis
42 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Carlos Hilú
36 años
Era el jefe del sector Vigilancia de AMIA
Emilia Jakubiec de Lewczuk
58 años
Esa mañana pasaba por la puerta de AMIA
María Luisa Jaworski
55 años
Ama de casa y empleada doméstica. Esperaba en la Bolsa de Trabajo
María Lourdes Jesús
Pasaba por las inmediaciones de AMIA junto a su hijo
Augusto Daniel Jesús
Su mamá también falleció en AMIA. Fue la última víctima identificada
Analía Verónica Josch
20 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Carla Andrea Josch
17 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Elena Sofía Kastika
54 años
Pasaba por la puerta de la mutual
Esther Klin
49 años
Ama de casa. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
León Gregorio Knorpel
53 años
Corredor. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Berta Kozuk de Losz
67 años
Pasaba por la puerta de la AMIA, iba para su trabajo
Luis Fernando Kupchik
42 años
Era arquitecto y comerciante. Tramitaba un sepelio en AMIA
Agustín Diego Lew
21 años
Estudiante. Trabajaba en el sector Sepelios de la mutual
Andrés Gustavo Malamud
37 años
Arquitecto. Dirigía las refacciones del edificio
Gregorio Melman
53 años
Trabajaba en el sector Vigilancia de AMIA
Ileana Mercovich
21 años
Era fotógrafa. Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Naón Bernardo Mirochnik
62 años
Trabajaba como mozo en AMIA
Mónica Nudel
36 años
Era vendedora. Esa mañana pasó caminando por Pasteur
Elías Alberto Palti
38 años
Comerciante. Acompañaba a amigos a tramitar un sepelio
Germán Parsons
29 años
Era escenógrafo. Vivía frente al edificio de AMIA
Rosa Perelmuter
48 años
Trabajaba como telefonista en el conmutador de AMIA
Fernando Roberto Pérez
47 años
Era plomero y gasista. Trabajaba en las refacciones de AMIA
Abraham Jaime Plaksin
61 años
Trabajaba en el Departamento de Cultura de la mutual
Silvia Inés Portnoy
25 años
Cosmetóloga. Esperaba en la Bolsa de Trabajo
Olegario Ramírez
46 años
Trabajaba en el sector Maestranza de AMIA
Noemí Graciela Reisfeld
36 años
Trabajaba en el Servicio Social de AMIA
Félix Roberto Roisman
48 años
Químico. Pasaba por la puerta de la mutual
Marisa Raquel Said
22 años
Era estudiante universitaria y recepcionista de AMIA
Ricardo Said
41 años
Trabajaba en el sector Vigilancia de AMIA
Rimar Salazar Mendoza
32 años
Trabajaba en las refacciones del edificio
Fabián Schalit
33 años
Era licenciado en Economía. Tramitaba un sepelio
Pablo Schalit
32 años
Arquitecto. Tramitaba un sepelio en la mutual
Mauricio Schiber
65 años
Trabajaba en el sector Vigilancia de AMIA
Néstor Américo Serena
51 años
Ingeniero mecánico. Trabajaba en las refacciones del edificio
Mirta Strier
42 años
Trabajaba en el Centro Marc Turkow de AMIA
Liliana Edith Szwimer
22 años
Estudiante de diseño gráfico. Pasaba frente a la mutual
Naum Javier Tenenbaum
30 años
Era abogado. Estaba haciendo un trámite en Sepelios
Juan Carlos Terranova
52 años
Era distribuidor. Estaba descargando mercadería sobre Pasteur
Emilia Graciela Berelejis de Toer
44 años
Esperaba en la Bolsa de Trabajo de AMIA
Mariela Toer
19 años
Estudiante. Esperaba en la Bolsa de Trabajo
Marta Treibman
30 años
Empleada administrativa del Servicio Social de AMIA
Angel Claudio Ubfal
34 años
Era el jefe del sector Sepelios de AMIA
Eugenio Vela Ramos
17 años
Ayudante de obra. Trabajaba en las refacciones del edificio
Juan Vela Ramos
21 años
Ayudante de obra. Trabajaba en las refacciones de la mutual
Gustavo Daniel Velázquez
16 años
Era estudiante y vecino. Vivía en Pasteur 632
Isabel Victoria Núñez de Velázquez
51 años
Empleada administrativa. Vivía en Pasteur 632
Danilo Villaverde
20 años
Electricista y tapicero. Trabajaba en las refacciones del edificio
Susana Wolinski de Kreiman
48 años
Responsable de la Bolsa de Trabajo de AMIA
Rita Worona
37 años
Trabajaba en el Sector Sepelios de la mutual
Adehemar Zárate Loayza
31 años
Albañil. Trabajaba en las refacciones de AMIA
Fuente: AMIA