Las cosas andan en su curso lo más campantes. Que cosas dirá usted, y bueno, por ejemplo que la gente salga casi de noche a trabajar y llegue con la misma oscuridad. Que la humanidad idolatre como pacifistas a quienes quieren dividir. O también a los que se esfuerzan en que los muertos sean dioses inobjetables.

Es raro la verdad que no haya cura para las enfermedades más venéreas. Que los niños no se eduquen en las escuelas y que el bullying sea tema de debate mientras a cada hora, cuanto más se analiza, más bravucones aparecen sin tener ningún reparo.

Cosas raras las que se tornan raras. Pero más inusual es el que cree todo y hace lo que le dicen y obedece a los que se enriquecen. No es el mundo del revés, es el universo de la obediencia que oculta.

A veces parece muy raro que los psicólogos llenen teatros, y que todos terminen preguntándose lo existencial que podemos ser en un mundo tan material, tan café con leche, tan agrietado, tan poco defendido. Pero así las cosas. Todo es vuelve raro siempre y cuando no nos preguntemos las cosas.

Es raro, muy raro que Macri llame a Cristina para charlar sobre el país. Pero más raro aún son los que creen en que con una charla de treinta minutos este país será otro.

Ayer fue el día de la minería, los poderosos hicieron una fiesta para celebrar la explotación. Y la casualidad no es grande, pero si la causalidad. ¿No les parece raro que Uñac diga que en San Juan se hace minería con responsabilidad?. ¿Ni un poquito les llama la atención?.

Hay rarezas y rarezas obvio. Algunas más obvios, otras no tanto.

Hace unos meses, poco antes de que las PASOS se llevaran a cabo en Jáchal el Partido del Trabajo y el Pueblo denunció que reventaron los vidrios de su comité. Pero nadie dijo nada, mudos, mirando para otro lado la sociedad parece no importarle el ataque a las ideas políticas. Voy de nuevo, ¿en serio les parece común?.

El año pasado, en plena fiesta de la tradición jachallera unos pibes pintaban un mural en defensa del agua. Llegó la policía del lugar y se los llevó. Muchos los tildaron de drogados y atrevidos. Pero nadie dijo algo en favor de ellos. Solo se escondieron detrás de sus cortinas. ¿Raro no?, para mi estaban haciendo arte, para otros eran los enemigos del pueblo. En realidad esos jóvenes muralistas más que enemigos de Jáchal, son insurrectos del poder.

Otra cosa rarita: una agrupación política que compite en estas elecciones de junio en Jáchal pintó una pared en el pueblo. En menos de una semana la pintada desapareció. Solo quedó una especie de bandera Argentina de lo que fue el mural. Pero no fue un daño de culillos adolescentes ni borrones de anti sistemas; la censura estuvo pensada y dirigida.

¿No les parece raro que un partido político gaste una suma de dinero para propagandear su lista y antes de las elecciones desaparezca su cartel borrado con mucha prolijidad? Lo que no es raro está a la vista. Alguien no quería esos nombres pintados en Jáchal.

¿Se acurdan de Miguel Sandunga Muñoz?. Fue todo muy raro la verdad ¿no?.

¿Nadie se pregunta porque el busto de Buenaventura Luna en Huaco lo hicieron con una guitarra? O que no haya una academia de danza llamada Amada Eulogia Cortez.

¿No les causa cierta incertidumbre que muchos nieguen los derrames y contaminación de las mineras y compren agua todos los días?.

Es raro el mundo. Siempre es raro cuando nos parece poco raro.

Rara es esta columna y sus pensamientos. Como las preguntas que incomodan a los que no se creen ni un poquito extraño.