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Actualidad Jachallera » Deporte » 30 abr 2019

Pochettino el experto en vinos y la naturaleza que revoluciona al Tottenham

Desde su Murphy natal en Santa Fe a estar entre los mejores de la Champions League, el argentino recorrió un largo camino. Su admiración inicial por Bielsa y la difícil relación con sus padres y hermanos


Experto en vinos y amante de la naturaleza desde sus primeros años de vida, cuando fue criado en la localidad de Murphy, a 180 kilómetros de Rosario, Mauricio Pochettino está provocando una revolución en el Tottenham, al colocarlo en las semifinales de la Champions League después de 62 años, con un estilo que fue moldeando desde 2014, cuando asumió como director técnico, procedente del Southampton y sin mucha expectativa.

La última vez que los Spurs se habían acercado a la élite del fútbol europeo fue en 1983 y por la Copa UEFA (ahora Europa League), cuando cayeron por penales ante los belgas del Anderlecht, aunque este mismo trofeo lo habían ganado en 1972 y la Recopa europea, en 1963, pero la clasificación para las semifinales de la actual Champions League, en las que deberán enfrentar a fin de mes al Ajax holandés, supera todo lo anterior y sitúa al club en un momento de euforia, sumado al estreno del nuevo estadio, el White Hart Lane.

Mauricio Roberto Pochettino Trossero, que nació en Murphy el 2 de marzo de 1972, suele mirar siempre una foto de cuando era muy pequeño. "Debía tener dos años. Estaba frente a un galpón que mi padre había construido. El pasto se ve alto, y yo, agarrado a una pelota de fútbol, con una sonrisa de oreja a oreja, feliz. Miro esa foto a menudo para no olvidar que ese soy yo, no el que veo ahora en el espejo", cuenta en el excelente libro Un mundo nuevo, que escribió junto con el reconocido periodista español Guillem Balagué.

"De chico decía que había nacido en una familia de clase media, y nada que ver –sostiene–. En la Argentina se le dice clase media a todo. Yo era de clase obrera, de esa en la que no existen ni sábados ni domingos. Si un cerdo o una vaca se ponen a parir, hay que atenderlos. Mi padre trabajaba solo, en unas cien hectáreas, que en ese momento alcanzaban para que vivieran dos o tres familias, y ahora, una sola. Vivía en una casa grande, y pasaba horas frente a una TV de 14 pulgadas que funcionaba a batería. Y movían la antena para captar el único canal que llegaba a Murphy".

Una noche se llevó la TV a la cama, y aunque el padre le insistía en que apagara la estufa antes de dormir, para que no se consumiera el oxígeno, hacía frío y pensó en dejarla encendida por media hora más, pero se quedó dormido, y apareció la habitación llena de humo, y por una semana se tuvo que quedar en la casa. Casi se muere asfixiado.

De chico jugaba al fútbol y al vóley (porque había chicas) y practicó judo con un japonés de fuerte carácter y que tenía un hijo de su edad (un año mayor), que lo practicaba desde la cuna y era arquero de un equipo rival, y que cuando él fue a buscar un córner, le bajó los pantalones, en un episodio que lo marcó para siempre. Pochettino tenía 10 años, había gente mirando el partido y lloró de la impotencia. "Fue la mayor humillación de mi vida, y lo que más sufrí es que no tuve los huevos para reaccionar. ¡Tendría que haberlo agarrado del cuello y cagarlo a trompadas! Fue una lección. Aquello me sirvió para ser más fuerte, más duro y más apasionado".

Dos chicos de Murphy, un poco mayores que él (uno era David Bisconti) lo querían llevar a Rosario Central. Pero él estudiaba para agrónomo general, y estaba a 160 km de Rosario. Se levantaba a las 6 de la mañana para ir a estudiar, y a las 17 se iba en bus a Rosario (tres horas de viaje en una especie de tren lechero, porque paraba en todas). Los fines de semana jugaba en Murphy. Pero un lunes, Marcelo Bielsa y Jorge Griffa, de Newell's Old Boys, organizaron una prueba de jugadores en Villa Cañás, a 50 km de Rosario.

Un entrenador de la zona, que lo conocía, le avisó a su padre, pero él se sentía cansado y no fue. Sin embargo, en el asado posterior, Bielsa y Griffa le preguntaron al entrenador si no había alguien más en la zona, y les dijo: "El mejor de todos no vino, porque juega en Central", y ellos preguntaron dónde vivía. Era la una de la mañana en invierno, y la madre abrió la puerta, pero no les quiso abrir, aunque el padre, que los conocía, los hizo pasar y los invitó a tomar un café. Pochettino dormía, pero Bielsa y Griffa lo querían ver, y fueron a su habitación. "Quisieron ver mis piernas, y mi mamá me destapó, dijeron que tenía pinta de futbolista, y se fueron".

Después, insistieron para que fuera, pero él estaba contento en Central, hasta que lo convenció su abuelo. Viajó en el micro (3 horas), llegó al entrenamiento, y Bielsa le preguntó de qué jugaba, y dijo: "De marcador central". Jugó 5 minutos y le dijeron que se fuera a duchar, que lo necesitaban para jugar en Mar del Plata en un torneo con la clase 72, y quedó en que le iba a consultar al padre. Ese torneo lo ganaron, con la final 3-2 al Inter de Paraguay con un gol suyo, y al regresar, lo estaban esperando Bielsa y Griffa y le hicieron firmar. Era hincha de Racing, por el padre, "pero después me hice de Newell's".

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