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Actualidad Jachallera » Opinión » 27 feb 2019

Ulises Uñac

San juan estuve lleno de show, de luces, música y rosca política por doquier. La Fiesta Nacional del Sol no se privó de nada. Hubo para todos los gustos un sinfín de acontecimientos que no se si enaltecieron la fiesta máxima de los sanjuaninos pero dejaron huellas.


Por:
Marcelo Castro Fonzalida

El peronismo se reunió en San Juan para mostrarse unido. El peronismo giojista claro está y otros más; más lejos y por ahí, entre el lobby se acercaba el kirchnerismo. Un tanto más desdibujado. Y es que tantos años de giojismo y hoy uñacsismo no pudieron crear espacios sólidos y de poder para disputarle a ese peronismo de centro derecha la conducción de la provincia.

Un invitado por Uñac para estar en la FNS fue el exministro de Economía Roberto Lavagna. Este economista cercano al massismo coqueteó toda su estadía con el mandatario sanjuanino. Lavagna hace rato se está lazando en secreto a voces como candidato a presidente. Por eso el acercamiento con todo la paleta del peronismo para captar adeptos y cerrar acuerdos.

 Aunque no quieran reconocerlo en el ámbito del justicialismo, Uñac fue una de los gobernadores opositores que más cerca estuvo de Macri en esta era de Cambiemos. De hecho San Juan fue una de las provincias que más recibió dinero nacional para invertir en su territorio.

Jáchal no se queda atrás con este acercamiento a Macri, hace un tiempo el colorado Carlos Mac Allister, Secretario de Deporte de Nación entregó a clubes de fútbol jachallero ayuda de materiales deportivos. Y se sabe que el actual intendente de Jáchal, Miguel Vega es de ala uñacsista paladar negro.

Hacía mucho que la FNS no se teñía tanto de rosca política. Es entendible si se lo ve en la coyuntura del año que transitamos, netamente electoral. Y con un Marcelo Orrego pisándole los talones al actual gobernador.

Orrego también estuvo como invitado a la Fiesta, pero de puro compromiso y protocolo. De hecho entre dimes y diretes políticos, una elección de la reina del Sol teñida por las dudas y los arreglos fue un momento también para no dejar pasar: las elecciones están siempre arregladas, o eso parece. Nunca gana una representante de un departamento opositor al gobierno de turno. Tal es así que la misma escribana del recuento de votos debió salir a dar explicaciones de sus fallos ante la votación.

Los artistas fueron un capítulo aparte. Enhorabuena y como jachallero me alegra que cultura de la provincia le haya prestado importancia a Buenaventura Luna. Tal es así que cuando el homofóbico y multimillonario Chaqueño Palavecino cantó Vallecito invitó a Pascual Recabarren para el clásico recitado del himno jachallero. Podría haberlo cantado una mujer. Claudia Pirán por ejemplo, que tan ninguneada está por estos tiempos en San Juan. En ese imponente escenario, lleno de almas bajo el cielo más claro del país, que Pirán cante Zamba del Laurel movilizaría hasta las rocas. Pero no, los millones se lo llevan los “grandes”.

También llegó el momento de Ulises Bueno. Al que le robaron hace años de su casa lingotes de oro. Y esto explica el título de esta columna. Así de simple. Entre Uñac y Bueno ben abrazados en el escenario hay mucho del metal precioso. Uno lo ganó cantando su música, el otro explotando montañas sanjuaninas y contaminando ríos.

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