Por: Redacción Actualidad Jachallera

Este jueves, autoridades del Departamento Hidráulica junto a los equipos técnicos de la institución presentaron oficialmente el pronóstico hídrico correspondiente al ciclo 2025-2026. Como cada año, la elaboración del informe se basó en análisis de la información obtenida a partir del cateo anual —realizado recientemente en las cuencas de los principales ríos—, los datos registrados por las estaciones nivometeorológicas y los antecedentes históricos disponibles.

El estudio concluyó que el Río San Juan entregará un volumen de 950 hectómetros cúbicos (hm³) durante el período comprendido entre el 1° de octubre de 2025 y el 30 de septiembre de 2026, mientras que el Río Jáchal alcanzará valores estimados de entre 109 y 190 hm³. Estas cifras confirman que la provincia atravesará un año hídrico muy seco, con una disponibilidad de agua sensiblemente menor respecto al ciclo anterior.

En efecto, el caudal proyectado del Río San Juan muestra una merma del 24% en comparación con la temporada 2024-2025, cuando el derrame fue de 1.250 hm³. A su vez, el pronóstico actual se encuentra muy por debajo del promedio histórico, que desde 1909 registra un caudal medio de 1.933 hm³. Incluso si se toma como referencia el comportamiento de las últimas dos décadas —cuando la media se mantuvo en torno a los 1.500 hm³—, el valor previsto para este nuevo ciclo continúa siendo considerablemente inferior.

Los técnicos del organismo explicaron que este descenso sostenido en los caudales refleja la baja acumulación de nieve en la alta cordillera durante el último invierno, sumado a las variaciones climáticas que vienen afectando la región de forma persistente en los últimos años. Tales condiciones impactan directamente en la recarga de los ríos que alimentan los embalses y sistemas de riego, lo que repercute en el abastecimiento para consumo humano, la producción agrícola, la ganadería y la generación de energía.

Frente a este escenario, el Departamento Hidráulica destacó la importancia de fortalecer las estrategias de administración y uso eficiente del agua, priorizando su destino para los sectores esenciales y fomentando la concientización ciudadana sobre el cuidado del recurso.