malestar e indignación
La solidaridad quedó en la nada, delincuentes robaron los $2,3 millones recaudados para el Colegio Santa Bárbara
La ilusión y el esfuerzo de toda una comunidad educativa en Pocito quedaron destruidos tras descubrirse el robo de los $2,3 millones que habían sido recaudados en un festival solidario para reparar el Colegio Parroquial Santa Bárbara. El dinero, fruto de semanas de trabajo conjunto entre padres, docentes, alumnos y vecinos en un evento realizado en el Complejo La Superiora, había sido guardado en la secretaría del establecimiento.
Redacción Actualidad Jachallera
Lo que debía ser una historia de esperanza y solidaridad se transformó en un hecho de indignación y tristeza. En Pocito, el Colegio Parroquial Santa Bárbara había logrado recaudar $2,3 millones gracias a un festival organizado durante semanas por padres, estudiantes, docentes, familiares y vecinos. El propósito era claro: comprar insumos básicos y encarar reparaciones urgentes en el edificio escolar.
La recaudación había sido guardada en un mueble de la secretaría administrativa de la institución, ubicada sobre calle Vidart. Sin embargo, en la mañana del martes 16 de septiembre, la ilusión quedó destrozada. Según relató el medio Tiempo de San Juan, el encargado administrativo, Franco Cano, fue quien advirtió primero el faltante de dinero al iniciar su jornada laboral. De inmediato, dio aviso a la directora del colegio, María Gladine, quien se presentó en la Comisaría 7ª para radicar la denuncia correspondiente.
La investigación quedó en manos de la Unidad Fiscal de Delitos contra la Propiedad (UFI), que ya logró establecer parte del modus operandi de los delincuentes. Todo indica que los ladrones aprovecharon una propiedad colindante al colegio que se encontraba deshabitada. Desde allí habrían saltado una pared para luego acceder directamente a la oficina de administración, donde encontraron y sustrajeron el dinero en efectivo.
El golpe fue devastador para toda la comunidad educativa. Padres y madres que dedicaron días enteros a organizar el festival, vecinos que colaboraron con donaciones y estudiantes que participaron activamente en las actividades, vieron cómo el fruto de su esfuerzo desapareció en cuestión de horas.
El hecho no solo genera indignación, sino también preocupación por la seguridad de los espacios escolares. La directora Gladine expresó su malestar ante las autoridades policiales y judiciales, y remarcó la urgencia de esclarecer el caso. Por el momento, no se reportaron personas detenidas, aunque los investigadores trabajan con pistas sobre el posible recorrido de los delincuentes tras el ingreso al predio.
