Doña Esther, vecina de la Avenida España, se destacó a lo largo de su vida por una vocación profunda hacia la enseñanza. Abrazó la docencia con convicción y responsabilidad durante varias décadas, dejando huellas imborrables en generaciones de jachalleros. Su paso por instituciones emblemáticas como la escuela Videla Cuello y la EPET N°1 de Jáchal marcó una trayectoria de entrega y compromiso que trascendió las aulas para convertirse en un legado educativo y humano.

Quienes la conocieron resaltan no solo su profesionalismo y amor por la docencia, sino también la calidez con la que acompañó a cada estudiante y colega. Su figura estuvo asociada siempre a valores de respeto, solidaridad y dedicación, lo que la convirtió en un ejemplo de vida para sus pares y para toda la comunidad.

Hoy Jáchal despide a una mujer entrañable, cuya presencia será recordada con cariño en cada rincón donde dejó su huella. La tristeza por su partida se refleja en el afecto de familiares, amigos y vecinos que la acompañan en este último adiós.

Desde Actualidad Jachallera, con profundo respeto y pesar, acompañamos a sus hijos Paula, Carlos y Albertina, a sus nietos, amigos y vecinos, quienes hoy lloran la partida de una mujer que supo ganarse el cariño y la admiración de toda una comunidad.