En una vivienda particular ubicada sobre calle Granaderos, la Policía de San Juan descubrió el cuerpo sin vida de un hombre, identificado preliminarmente con el apellido Balmaceda, de unos 70 años, a quien la comunidad conocía como “El Cafetero”. Lo estremecedor del caso fue que el cadáver presentaba signos de haber sido parcialmente devorado por los perros que habitaban en el domicilio.

El hallazgo se produjo tras una alerta vecinal, ya que hacía varios meses que los habitantes del barrio no veían al hombre, aunque sí notaban la presencia de sus animales, que solían ladrar de manera constante y mostrarse agresivos con quienes se acercaban a la propiedad. Fue esa situación la que despertó la preocupación y motivó la intervención policial en horas de la mañana.

En el interior de la casa, efectivos de la comisaría jurisdiccional confirmaron la presencia de restos óseos que corresponderían al propietario del lugar. Los perros se encontraban dentro del inmueble al momento de la irrupción policial y serían, según los primeros indicios, los responsables de la mutilación del cuerpo. No obstante, los investigadores no descartan ninguna hipótesis y esperan los resultados de las pericias forenses que permitirán establecer si la muerte del hombre ocurrió antes de la intervención de los animales o si hubo otras circunstancias que desencadenaron el hecho.

En la escena trabajaron agentes de la Policía Ecológica y de Medio Ambiente, encargados de intervenir respecto a los animales que permanecían en la vivienda. También se presentó personal de la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) de Delitos Especiales, quienes coordinaron las primeras medidas investigativas y dispusieron el levantamiento de pruebas para avanzar en el esclarecimiento del caso.

La noticia rápidamente corrió entre los vecinos de la zona, que no podían salir de su asombro ante el macabro desenlace. Muchos de ellos recordaron al hombre como una persona solitaria, de trato cordial, pero con escaso contacto social en los últimos tiempos. El hecho de que nadie lo hubiera visto durante meses acrecentó las sospechas y, finalmente, derivó en la intervención policial que permitió descubrir lo ocurrido.