domingo 03 de agosto de 2025 - Edición Nº3240
Actualidad Jachallera » Locales » 31 jul 2025

Creencias populares que perduran

La tradición ancestral de tomar caña con ruda el 1 de agosto para espantar los males, atraer salud y la prosperidad

En ayunas y con tres sorbos, los jachalleros renuevan una de las costumbres más arraigadas del calendario popular: beber caña con ruda. Este ritual, de raíces guaraníes y origen precolonial, busca proteger el cuerpo y el espíritu de las enfermedades, la mala energía y los pesares, y se entrelaza con las celebraciones del Día de la Pachamama, en un sincretismo que honra tanto a la naturaleza como a las memorias ancestrales.


Por:
Redacción Actualidad Jachallera

Cada 1° de agosto, con la llegada del mes más frío y desafiante del calendario en el hemisferio sur, los jachalleros se levantan temprano, en ayunas, y cumplen con un ritual tan simple como potente: tomar tres sorbos de caña con ruda. Un brebaje que, más allá de su sabor fuerte y su perfume penetrante, concentra siglos de historia, sabiduría popular y creencias profundas.

"Se hace para atajar el mal, la enfermedad y la miseria", sintetiza el antropólogo correntino José Humberto Miceli, quien estudió el origen de esta práctica que se remonta al siglo XVII. Según explica, esta tradición surgió del encuentro entre los pueblos originarios guaraníes —habitantes del Noreste argentino, Paraguay y el sur de Brasil— y los colonizadores españoles. Aunque la caña, un destilado de mieles de caña de azúcar, y la ruda, una planta medicinal de origen europeo, llegaron al continente con la conquista, fueron los guaraníes quienes las combinaron y les dieron un significado ritual que sobrevivió hasta nuestros días.

El objetivo del trago es claro: protegerse de las malas energías, fortalecer el cuerpo frente a los embates del invierno y atraer salud, abundancia y bienestar para el resto del año. La tradición no es meramente simbólica. Se cree que la ruda macho —identificable por sus hojas más grandes y su olor más intenso— tiene propiedades medicinales que ayudan a combatir afecciones respiratorias, digestivas y hasta espirituales.

El brebaje no se prepara de un día para otro. Se recomienda dejar reposar la caña con la ruda durante semanas —algunos optan por tres días, otros quince, y hay quienes lo hacen un mes antes— para que la hierba impregne bien su esencia. Al llegar el 1 de agosto, se toma en ayunas y sin titubeos: tres sorbos, siete, o incluso durante varios días seguidos, según la versión que cada familia respete.

Miceli apunta que la elección de la fecha no es azarosa. Por un lado, agosto marca una etapa crítica del calendario climático, cuando el frío arrecia, las defensas bajan y proliferan las enfermedades. Pero también coincide con lo que los guaraníes llamaban el Karaí Agosto, un tiempo mítico de transición caracterizado por grandes lluvias, fríos intensos y pestes, que ponían a prueba a las comunidades.

En muchas regiones del país, especialmente en el norte, la tradición de la caña con ruda convive y se entrelaza con otra celebración de raíces ancestrales: el Día de la Pachamama, de origen quechua. En esta fecha, también se realizan ofrendas a la Madre Tierra —enterrando comidas, bebidas y objetos preciados— como forma de agradecimiento y pedido de protección.

Así, el 1 de agosto en la Argentina se convierte en un día de profunda conexión con lo ancestral. Entre bebidas amargas, ceremonias sencillas y gestos cargados de memoria, muchas personas encuentran una forma de espantar la mala racha y abrir las puertas a un ciclo nuevo, con esperanza, salud y abundancia.

Porque, como repiten los que saben, “tomar caña con ruda no cuesta nada… y por las dudas, no está de más”.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias

VIDEOS

GALERÍA DE IMAGENES