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Preocupación por falta de nieve en cordillera, advierten que este podría ser uno de los peores años hídricos de los últimos 25
El reciente informe del CIGIAA encendió las alarmas por la escasa acumulación de nieve en las cuencas altas de los ríos San Juan y Jáchal. Desde el Departamento de Hidráulica confirmaron que el panorama es preocupante y que urge una gestión racional del agua. Proponen un cambio de paradigma en el manejo del recurso hídrico que combine planificación técnica, decisiones políticas y participación ciudadana.
Redacción Actualidad Jachallera
El reciente informe del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido (CIGIAA) encendió nuevamente las alarmas en San Juan: la preocupante ausencia de nieve en las cuencas altas de los ríos San Juan y Jáchal podría anticipar uno de los peores años hídricos de las últimas dos décadas y media. En este contexto, el periodista Alejandro Pellegrinuzzi de DIARIO HUARPE accedió a una fuente de alto rango del Departamento de Hidráulica provincial, quien ratificó la gravedad del escenario planteado por el Cigiaa.
“En comparación con el año pasado, que ya venía siendo pobre en acumulación nívea, hoy estamos aún peor”, advirtió la fuente, basándose en observaciones satelitales que revelan la desaparición de la nieve en zonas donde históricamente predominaba el blanco cordillerano. Aunque todavía queda invierno por delante y se mantienen esperanzas de nuevas precipitaciones hasta agosto, las perspectivas no son alentadoras. Climatólogos advierten que las actuales condiciones del océano Pacífico no favorecen la formación de nevadas, y lo más preocupante es que no se esperan cambios inmediatos.
“Más que nunca tenemos que ser cuidadosos en la gestión del agua disponible”, sostuvo la fuente, remarcando que la situación requiere un uso extremadamente racional del recurso hídrico. El llamado de atención no es menor: si el agua no se administra con responsabilidad, el panorama podría deteriorarse drásticamente de cara al próximo ciclo hidrológico.
A pesar de la sequía, desde Hidráulica destacaron que los embalses se encuentran actualmente por encima de los niveles mínimos de operación, lo que otorga cierto margen para distribuir el recurso según la demanda. No obstante, advirtieron que este margen es limitado y que, sin una gestión eficiente, los niveles podrían descender rápidamente. “Se han fijado valores mínimos estratégicos para cada embalse. Eso nos da flexibilidad, pero si no administramos bien, podemos retroceder y complicar aún más el panorama para el año próximo”, alertaron desde el organismo.
En medio de este preocupante escenario, surge un dato alentador: el escurrimiento de agua proyectado para el ciclo 2024-2025 viene cumpliéndose con una diferencia mínima respecto a lo estimado. Según los cálculos realizados por Hidráulica, se pronosticaron 1.470 hectómetros cúbicos de escurrimiento total: 1.250 hm³ para el río San Juan y 220 hm³ para el río Jáchal. Hasta el momento, el escurrimiento real ronda los 1.255 a 1.260 hm³, lo que representa una diferencia de apenas 1 o 2 por ciento.
“Es un pronóstico de excelencia. Para que se entienda: una diferencia del 10% ya se considera muy buena; del 20%, buena; y por encima de ese porcentaje, regular o mala”, explicó la fuente consultada. Más allá de los datos técnicos, el Cigiaa advierte sobre una dimensión más profunda del problema: la sequía ya no afecta únicamente al sistema hídrico, sino que está impactando de lleno en el tejido socioeconómico de San Juan. La escasez de agua afecta al agro, la industria, la vida cotidiana y el desarrollo productivo provincial.
Por eso, desde el organismo científico se insiste en la necesidad de adoptar con urgencia un modelo de Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH). Este enfoque propone una mirada más amplia y articulada, basada en principios como el uso racional del agua, la prioridad para el consumo humano, la planificación por cuenca, la equidad social y la participación de todos los sectores involucrados.
ACCIONES PARA ENFRENTAR LA CRISIS
El informe técnico del Cigiaa propone cinco grandes estrategias para hacer frente a la crisis hídrica:
1. Incrementar la eficiencia del riego.
2. Elaborar balances hídricos por subcuenca.
3. Proteger acuíferos y humedales.
4. Fomentar el reúso de efluentes.
5. Educar y concientizar sobre el uso del agua.
El mensaje es claro: el agua debe ser reconocida como un recurso estratégico, escaso y público, cuya gestión debe estar guiada por criterios científicos, técnicos y sociales. Pero también, insisten, este cambio de paradigma debe ser una decisión política y social urgente, donde el Estado, el sector productivo, las instituciones científicas y la ciudadanía trabajen juntos para garantizar el futuro del recurso.
Porque en San Juan, el agua no es solo una necesidad: es la base del presente y el cimiento del futuro. Y las decisiones que se tomen hoy marcarán el rumbo de los próximos años.