En todo el país, este lunes se conmemora el Día Nacional del Bombero Voluntario, una fecha cargada de historia y emoción que tiene su origen el 2 de junio de 1884, cuando en el barrio porteño de La Boca un incendio amenazó con arrasar una cuadra entera. Fue en esa emergencia que Tomás Liberti, un vecino con profundo sentido del deber, organizó en minutos una cadena humana para combatir las llamas. Aquella gesta espontánea y solidaria sembró la semilla del primer Cuerpo de Bomberos Voluntarios del país, marcando un antes y un después en la historia del servicio comunitario argentino.

Hoy, 141 años después, el legado de Liberti late fuerte en los más de 1.100 cuarteles voluntarios de Argentina, donde 15.000 mujeres y 43.000 hombres arriesgan su vida cada día sin pedir nada a cambio. Y en ese mapa solidario, el cuartel de Bomberos Voluntarios de Jáchal ocupa un lugar especial, con una historia joven pero marcada por la entrega y el amor por la comunidad.

El cuartel jachallero nació en 2018, impulsado por un grupo reducido de personas decididas a hacer la diferencia. Con escasos recursos, pero con una determinación inquebrantable, comenzaron a construir desde cero un sueño que hoy es una realidad concreta. A través del programa “Seminario de Alianzas de Minas Argentinas”, lograron sus primeros equipos. Luego, gracias a una donación de Barrick, llegó el primer móvil, una camioneta Ford que les permitió salir al territorio para ayudar.

No se detuvieron ahí. Gestionaron el espacio físico para su base operativa y trabajaron incansablemente para mejorar la infraestructura: depósitos, tinglado para movilidades, un segundo móvil (una querida estanciera) y este lunes, en un día tan especial, realizaron la presentación oficial del móvil número 3, una moderna camioneta Toyota 4x4 equipada para enfrentar con mayor eficiencia los desafíos que plantea el terreno jachallero. Este nuevo vehículo también fue posible gracias a programas especiales gestionados junto a la empresa Barrick.

A lo largo de estos años, los Bomberos Voluntarios de Jáchal respondieron con coraje ante incendios rurales y urbanos, despejes de rutas y calles por caídas de árboles, rescates en situaciones de temporales de lluvia, búsquedas de personas extraviadas, auxilio de animales atrapados, y charlas de prevención sísmica y de riesgo. Su rol, silencioso muchas veces, fue vital para preservar la vida y la tranquilidad de toda la comunidad.

En diálogo con Actualidad Jachallera, Carlos Sarrasqueta y Carlos Alanís, dos de los miembros del grupo, expresaron con humildad y emoción: “Esto es voluntario, sin sueldo, sin esperar retribuciones. Muchas veces hay que dejar el trabajo, a la familia, los hijos, porque primero está el compromiso que asumimos con Jáchal”. Palabras que conmueven, pero que también invitan a reflexionar sobre el valor del servicio desinteresado.

Actualmente, el cuerpo está conformado por 17 personas con guardias rotativas de 24 horas, bajo la conducción del jefe del cuerpo activo, Jorge Silva. Cada uno de ellos representa el espíritu de lucha, solidaridad y entrega que define al bombero voluntario argentino.

Este 2 de junio no es solo una fecha en el calendario. Es un recordatorio de lo que somos capaces de hacer como sociedad cuando el prójimo importa, cuando el “nosotros” se impone sobre el “yo”. Desde Tomás Liberti en La Boca hasta cada bombero jachallero que se calza el uniforme sin esperar nada a cambio, lo que nos une es esa llama viva de la solidaridad.

¡Feliz Día a nuestros bomberos voluntarios! Gracias por encender esperanza donde hay miedo, por dar su tiempo, su fuerza y su corazón al servicio de los demás. Jáchal los abraza con orgullo.

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