sin soluciones
Continúan denunciando las cámaras sépticas colapsadas en un barrio de Niquivil y las promesas incumplidas
Más de 52 familias del Barrio Conjunto Uno de Niquivil conviven desde hace más de diez años con pozos sépticos colapsados, olores nauseabundos, hundimientos de terreno y riesgo sanitario. Los vecinos denuncian la falta de respuestas por parte del IPV, OSSE, el intendente Matías Espejo, el diputado Miguel Vega y los concejales. Piden una solución definitiva para evitar mayores complicaciones.
Redacción Actualidad Jachallera
La situación en el Barrio Conjunto Uno de Niquivil se vuelve cada vez más insostenible. Más de 52 familias habitan este complejo habitacional que, a más de una década de haber sido entregado por el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), continúa padeciendo serios problemas de infraestructura y un colapso de las cámaras sépticas que pone en riesgo la salud y la vida de sus habitantes.
Desde su inauguración, realizada durante el gobierno de José Luis Gioja y con Jorge Barifusa al frente del municipio de Jáchal, los vecinos denunciaron que el terreno donde se construyó el barrio no era apto para las viviendas. A poco de habitar sus casas, comenzaron los primeros colapsos de las cámaras sépticas, evidenciando una alarmante falta de planificación por parte de las autoridades provinciales y municipales de aquel entonces.
La situación no mejoró con las gestiones posteriores. Durante los años de mandato de Sergio Uñac como gobernador y Miguel Vega como intendente, se instalaron biodigestores como medida paliativa, pero estos no ofrecieron una solución definitiva- además del destrato del ex intendente. Lejos de resolver la raíz del problema, el deterioro fue en aumento, y los reclamos de los vecinos continuaron siendo desoídos.
En 2024, una niña del barrio cayó en uno de los pozos sépticos ubicados en el patio trasero de su casa, que había quedado expuesto por la erosión del terreno y el desgaste del material. Afortunadamente, sus familiares lograron rescatarla a tiempo, pero el episodio encendió todas las alarmas sobre el nivel de riesgo al que están expuestas las familias.
Los pozos abiertos no solo representan un peligro físico, sino que se fueron transformando en focos de contaminación y propagación de enfermedades. La humedad constante, el hundimiento del suelo y los olores nauseabundos son parte del día a día de los vecinos. En diálogo con Actualidad Jachallera, doña Adriana y doña Bety, vecinas del barrio, relataron que la situación se agrava aún más durante el otoño y el invierno, cuando los líquidos cloacales no logran absorberse y permanecen estancados en patios y jardines.
(Testimonio de vecinas)
“En verano por lo menos se evapora un poco, pero ahora es imposible. No podemos caminar tranquilos en nuestras casas, hay partes del terreno que ceden bajo nuestros pies. Los chicos no pueden jugar afuera y adentro no se aguanta el olor”, expresó angustiada doña Adriana.
Ambas vecinas manifestaron su descontento con el actual intendente de Jáchal, Matías Espejo, quien prometió hace meses realizar estudios en el terreno, pero- según afirman, “nunca más volvió”. También apuntaron contra los concejales y el actual diputado Vega, a quienes acusan de no haber tomado ninguna medida concreta para revertir esta grave situación.
“La única solución real es que nos conecten a una red de cloacas. No podemos hacer pozos negros porque acá nomás está el pozo de agua potable que nos abastece. ¿Qué esperan? ¿Una tragedia mayor?”, se preguntó con bronca y preocupación doña Bety.
El reclamo de las familias del Barrio Conjunto Uno no es nuevo, pero sí es cada vez más urgente. Lo que en su momento se celebró como la concreción del sueño de la casa propia, hoy se transformó en una pesadilla cotidiana. Las vecinas exigen una intervención seria, integral y definitiva de quien corresponda. Y no descartan un corte de ruta en los próximos días.