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La Escuela de Nivel Medio de Niquivil cumple 34 años al servicio de la educación, la integración y el progreso
La comunidad educativa de Niquivil celebra con orgullo y emoción los 34 años de vida de la Escuela de Nivel Medio, una institución que desde su fundación es motor de integración, superación y esperanza para generaciones de jóvenes. Con un mensaje cargado de memoria y compromiso, destacaron el esfuerzo colectivo que permitió transformar este espacio en el corazón educativo y social del pueblo.
Redacción Actualidad Jachallera
Con emoción y profundo sentido de pertenencia, la comunidad educativa de Niquivil conmemoró este martes 13- el 34° aniversario de la creación de su querida Escuela de Nivel Medio, una institución que marcó un antes y un después en la historia de esta localidad del norte sanjuanino, y que hoy sigue siendo faro y sostén para generaciones enteras de niquivileros.
“Las fechas especiales nos invitan al recuerdo”, comienza diciendo la emotiva publicación que realizó la institución en sus redes sociales. Y este 13 de mayo no fue la excepción: hace 34 años, la escuela llegó para quedarse en el corazón de Niquivil y en la vida de sus habitantes. Desde sus inicios, su creación representó mucho más que la apertura de una institución educativa. Fue, y continúa siendo, una garantía de derechos, una herramienta de igualdad, un proyecto colectivo lleno de sueños y compromiso.
Nacida con el objetivo claro de garantizar el acceso a la educación secundaria a los jóvenes de la localidad, la Escuela de Nivel Medio fue construida –literalmente y simbólicamente– por todos: docentes, estudiantes, familias y vecinos pusieron su tiempo, su trabajo, su cariño y su esperanza para levantar las bases de una casa de estudio que se convirtió en un punto de encuentro, una referencia social y cultural, y un espacio que activa a toda la comunidad.
“El paso del tiempo transformó a nuestra escuela en la entidad central que nos convoca y activa en todo sentido”, continúa la publicación institucional, en la que se destaca cómo, con esfuerzo y determinación, la escuela ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, incorporando herramientas tecnológicas y nuevos métodos pedagógicos, a pesar de las múltiples dificultades.
Y es que nada fue fácil. Los caminos burocráticos, la escasez de recursos y las distancias con los grandes centros urbanos fueron algunos de obstáculos constantes. Pero nunca faltó lo esencial: voluntad. Voluntad de los docentes, que siguen apostando por la educación como motor de cambio; de los estudiantes, que no dejan de soñar; y de la comunidad, que sigue creyendo que una escuela viva transforma realidades.
“Nos cuesta, mucho nos cuesta, principalmente porque debemos golpear muchas puertas y caminar muchos pasillos para conseguir los elementos indispensables, pero se está haciendo”, reflexionaron desde la institución, reconociendo el valor del esfuerzo compartido y el acompañamiento de quienes, desde distintos ámbitos, siguen apostando a la educación rural.
A 34 años de su fundación, la Escuela de Nivel Medio de Niquivil no solo sobrevive, sino que se renueva y se fortalece. Es una escuela que fue crecido al ritmo de su gente, que se adaptó a los desafíos del mundo actual sin perder su esencia, y que continúa siendo una herramienta de transformación profunda para los jóvenes de la zona.
“Queremos lo mejor para nuestros jóvenes, y para eso tenemos que brindarles la mejor escuela, esta escuela, la que cumple 34 años en el corazón de Niquivil, y en el corazón de todos nosotros”, concluye el mensaje institucional.
Este nuevo aniversario no solo es una celebración, es también un homenaje al trabajo silencioso de quienes construyen futuro desde el aula y desde el alma. Porque la educación en Niquivil no es una promesa: es una realidad que se abraza cada día, y que hoy cumple 34 años de historia viva.