Su diámetro 140.000 kilómetros
Preocupación de astrónomos por una mancha solar diez veces mayor a la Tierra y sus posibles consecuencias
Según expertos astrónomos, hace algunos días apareció una enorme mancha solar que apunta directamente hacia la Tierra. Esta fue bautizada como AR 4079 y se ubica justo encima de la línea ecuatorial del astro. ¿El dato más perturbador? Su diámetro es de unos 140.000 kilómetros: más de 10 veces el que posee nuestro planeta.
Redacción Actualidad Jachallera
De hecho, y a diferencia de otros fenómenos que necesitan de un telescopio para ser observados, su tamaño es tal que puede verse a simple vista (con los cuidados y recomendaciones pertinentes para no dañar los ojos). ¿Cómo entender la magnitud? Sencillo: la tierra posee un diámetro de 12.756 kilómetros. El del sol, 1.392.000. Nuestro planeta entra 109 veces en el tamaño de la estrella.
Según la NASA, las manchas solares son perturbaciones magnéticas en la superficie del Sol. Estas zonas son más frías que las áreas circundantes: alcanzan unos 6.000 °F (3.300 °C), mientras que el resto de la superficie solar llega a los 10.000 °F. La agencia espacial explica que el Sol está compuesto por plasma, un gas cargado eléctricamente. El movimiento de este distorsiona las líneas del campo magnético, que al enredarse impiden el flujo de calor, generando regiones oscuras y más frías conocidas como manchas solares.
Estas áreas, llamadas “AR” (regiones activas), concentran campos magnéticos intensos y son el origen de fenómenos como erupciones solares y eyecciones de masa coronal (EMC). Las primeras viajan a la velocidad de la luz, mientras que las EMC, más lentas, son clave en la aparición de tormentas geomagnéticas en la Tierra.
Las eyecciones de masa coronal (EMC) son responsables de muchos de los espectáculos visuales del espacio que llegan a proyectarse en la tierra. La meteoróloga italiana Margherita Erriu explicó que la mancha solar actual, clasificada como beta-gamma-delta, corresponde a un tipo magnéticamente complejo con fuerte actividad, capaz de generar erupciones solares intensas.
Según Erriu, si la región activa AR 4079 llegara a emitir una llamarada muy violenta o una EMC en las próximas horas, podría impactar con fuerza sobre la Tierra. Esto provocaría un viento solar intenso con potencial para afectar sistemas de comunicación, navegación, radio e incluso electricidad.
La mancha AR 4079 tiene alrededor de la mitad del tamaño de la que provocó el “Evento Carrington” en 1859, cuando se registró la llamarada solar más potente observada hasta hoy. Aquel fenómeno causó auroras visibles incluso en zonas tropicales y marcó un hito en la historia de la meteorología espacial.
Las manchas solares, como AR 4079, presentan un comportamiento difícil de anticipar: pueden parecer inactivas y, sin previo aviso, liberar enormes cantidades de energía. Su evolución es monitoreada de cerca por científicos ante la posibilidad de erupciones significativas. En este caso particular, AR 4079 generó expectativas por su tamaño y estructura, pero hasta el momento solo produjo llamaradas de clase M, de intensidad media. No se registraron eventos extremos, a pesar de que se encontraba en una posición que podía afectar directamente a la Tierra.