En un emotivo acto de fe y devoción, miles de creyentes se congregaron en Villa Unión el pasado martes 9 de julio para rendir homenaje a Miguel Ángel Gaitán, conocido como el Angelito Milagroso, en el 58 aniversario de su nacimiento. Actualidad Jachallera, el diario digital de noticias de Jáchal, estuvo presente en esta significativa conmemoración y los milagros atribuidos a este niño, cuya historia tocó los corazones de muchos.

Miguel Ángel Gaitán nació el 9 de julio de 1966 en Banda Florida, un pequeño pueblo con construcciones de adobe a orillas del río Bermejo. Era el duodécimo hijo de Argentina y Bernabé Gaitán, quienes trabajaron arduamente para sacar adelante a su numerosa familia. Lamentablemente, unas semanas antes de cumplir un año, Miguelito falleció de meningitis mientras era trasladado en ambulancia a Chilecito, debido a la falta de un hospital en Banda Florida. Con profundo dolor, sus padres lo enterraron en el cementerio de Villa Unión.

La historia de los milagros de Miguel Ángel comenzó años después de su muerte. En 1973, siete años después de su fallecimiento, una fuerte tormenta destruyó el mausoleo donde descansaba. A pesar de varios intentos de reconstrucción, el mausoleo se derrumbaba repetidamente sin explicación alguna.

Cristina Gaitán, hermana de Miguel Ángel, recuerda: "Mi mamá y papá contaban que el nicho se derrumbaba y el cajoncito quedaba sobre los ladrillos hechos polvo. Lo volvían a construir y pasaba lo mismo. Una vez que fuimos al cementerio vimos que la tapa del ataúd estaba corrida y pudimos ver la cara del bebé, que parecía un bebote, estaba intacto, tenía hasta el chupete puesto".

Decidieron entonces dejar el ataúd a la intemperie, cubierto solo con unas piedras. Sin embargo, noche tras noche, la tapa aparecía corrida. "Mi hermano no quería que lo tapen, quería ser visto, así que quedó un tiempo descubierto", comenta Cristina. Pronto, la historia se esparció por el pueblo y comenzaron a aparecer cartas y pedidos junto al ataúd. La devoción fue en aumento, y con el tiempo, la gente empezó a dejar flores, juguetes y ropa de bebé en agradecimiento por los favores concedidos.

La creciente afluencia de visitantes y las numerosas ofrendas llevaron a la construcción de un nuevo mausoleo más grande, con habitaciones adicionales para guardar los regalos y cartas. El lugar se llenó de flores de colores, juguetes, fotos y cartas que empapelan las paredes, hasta el techo. En las paredes exteriores se siguen sumando placas de agradecimiento.

El aniversario del nacimiento de Miguel Ángel Gaitán no solo es un día de recuerdo, sino también una celebración de la fe y la esperanza de miles de personas que creen en sus milagros. Actualidad Jachallera, al estar presente en este evento, reafirma su compromiso con la comunidad, relatando historias que reflejan la devoción y la espiritualidad de su gente.