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Psicosis en Francia por la invasión de chinches de colchón, piden al gobierno que tome medidas
Convencido de la necesidad de dar una rápida respuesta a la psicosis desatada en torno a la presencia de esas minúsculas chinches en el país, el Gobierno convocó una reunión ministerial para este viernes, que deberá adoptar “decisiones y orientaciones, a fin de responder a la angustia legítima de los franceses”, según su portavoz, Olivier Véran.
Redacción Actualidad Jachallera
“¿Acaso hay un aumento de las chinches en Francia? Para saberlo, en necesario aportar respuestas y consultar a aquellas personas que intervienen en los domicilios de los franceses. También queremos protegerlos de los riesgos de estafa”, detalló Véran, que fue ministro de Salud Pública durante la pandemia de Covid.
“Lo que nos preocupa sobre todo es que la gente se haga timar por empresas que les hagan pagar 2000 o 3000 euros para liberarlos”, afirma a su vez el ministro de Salud Pública, Aurélien Rousseau.
Por su lado, el ministro de Transportes, Clément Beaune, reunirá el miércoles próximo a los principales operadores de transporte y asociaciones de usuarios pues, en estas últimas semanas, los minúsculos parásitos fueron señalados en trenes franceses y metros de París en las redes sociales.
Consideradas como una verdadera plaga favorecida por el calentamiento climático y la circulación turística, las “chinches de colchón” son muy diferentes de la chinche común. Ese minúsculo parásito, de entre 4 y 7 milímetros de tamaño, se alimenta de noche, principalmente de sangre humana o animal, puede sobrevivir varios meses sin comer y picar hasta 90 veces en una sola noche. Y si bien no es vector de enfermedades infecciosas, representa cierto peligro para el hombre. Por ejemplo, su picadura puede provocar lesiones cutáneas más o menos importantes o dolorosas.
La presencia de esos parásitos no responde a la suciedad. “Las chinches de colchón no se encuentran solo en los sitios sucios o insalubres. Pueden infestar cualquier lugar, limpio o no”, explica el parasitólogo Arezki Izri.
Pero la presencia de esos parásitos -que generalmente se esconden en los colchones y en las valijas de los viajeros-, no es nueva.
“El aumento de las chinches de colchón no data de ayer. En Europa del sur, el problema se acentúa desde 2005. En el Instituto Nacional de Estudio y Lucha contra la Chinche de colchón, no cesamos de decir que el fenómeno progresa en forma exponencial desde hace diez años. No obstante, es necesario tomar el problema en forma global y no dejarse invadir por el pánico”, dice Pascal Delaunay, parasitólogo y entomólogo médico en el Centro Hospitalario Universitario de Niza.
La psicosis desatada por el ruido mediático en los últimos días se debe principalmente a que todos piensan que podrán tener algún día chinches de colchón en sus camas.