Más de un vecino y los turistas que pasaron por el frente del Santuario de Jáchal, se sorprendió y se emocionaron al escuchar las campanadas del histórico edificio que recientemente fue restaurado. Su tradicional tañido además de llamar a la comunidad a los eventos religiosos y seculares, permitió recordar remembranza de la historia local.

Luego del histórico momento, Actualidad Jachallera dialogó con Guillermo del Valle un reconocido relojero, cuyo oficio afortunadamente no se extinguió con el paso de los años. Al contrario, su empresa es la única en el país y Sudamérica que fabrica relojes de cero. Además, su emblemático trabajo permitió llegar al reloj de Casa Rosada y el del Cabildo Histórico de Buenos Aires.

Guillermo le dijo a este medio que la base operativa de la empresa funciona en Jesús María (Córdoba), pero recorren la Argentina para realizar mantenimientos y reparar relojes grandes mayores de 70 centímetro de diámetro en adelante.

"El reloj de Jáchal seguirá siendo el mismo con sus cuadrantes, esferas y agujas. Pero ahora quedó sistematizado y se le incorporó vidrios de policarbonato de 6 milímetros con tratamiento blanco para facilitar la iluminación del reloj".

Desde ahora en adelante al tradicional campanil se le incorporó una maquina electromecánica con posicionamiento de hora por GPS y 24 lámparas led, cuyo mantenimiento se deberá realizar cada 2 años. Y cuyo sistema silenciará el repique de campanas en horarios de 0 a 7 de la mañana.

El mítico templo jachallero, de más de 140 años, fue construido entre 1875 y 1878 y fue en 1978 cuando se declaró Monumento Histórico Nacional. Pero el paso del tiempo, las condiciones climáticas de la provincia y la construcción de adobe, sucedió el colapso de la iglesia. Y que recientemente reabrió sus puertas.

Las obras iniciales del edificio original comenzaron en 1874 y el templo fue inaugurado el 8 de septiembre de 1878. La fachada principal fue afectada por el terremoto de 1894, y su reconstrucción culminó en 1900. El sismo de 1944 ocasionó el derrumbe parcial de la nave central y otros daños, reparados en 1947.

La imagen de San José fue traída del Alto Perú en en 1690 y fue declarado patrono y protector de Jáchal y uno de sus mayores atractivos es el Cristo Negro de la Agonía, una imagen hecha en cuero negro articulado de tamaño natural que agoniza en Semana Santa.