A través de los testimonios de los familiares y las pruebas que hallaron en el lugar, se pudo reconstruir preliminarmente lo que habría ocurrido los momentos previos a la explosión.

Según las versiones preliminares, el joven Víctor Eugenio Cortez (28) habría salido de su trabajo en la calera alrededor de las 19 de este miércoles y sus compañeros de la cuadrilla lo acercaron hasta la casa de sus padres donde se encuentra con su excuñado.

De ahí se va caminando hasta la casa de su exsuegro, donde vivía, pese a estar separado de su ex desde hacía 2 meses. Sin embargo, nunca llegó a la vivienda y su exsuegro advirtió al hermano del joven quien salió a su búsqueda sin lograr encontrarlo.

Fue en horas del mediodía que sus compañeros de la cuadrilla lo encontraron en el predio de la calera, en inmediaciones de un refugio. Precisamente, encontraron su cuerpo que estaba aproximadamente a unos 3 metros de la puerta del refugio, con una herida en el pecho y la dinamita detonada en una de sus manos.

Al lado del refugio había un galpón con explosivos, el cual tenía el candado forzado. Luego, determinaron que el joven ingresó por la ventana del refugio y luego salió por la puerta, donde finalmente detonó el explosivo a los pocos metros. Además, encontraron manchas de sangre en la mesa del interior del rancho, que se buscará cotejar con la sangre del joven.

Sumado a esto, el joven del que se perdió rastros en el trayecto de la casa de sus padres hasta la vivienda de su exsuegro, tuvo que caminar 15 kilómetros desde el pueblo para llegar al refugio, ya en horas de la noche. También es clave en la investigación que el joven conocía cómo manipular los explosivos.

Hasta el momento, no se descarta ninguna hipótesis, sin embargo, cada vez se aleja más la causa de un hecho accidental para pensar en que fue voluntario e incluso, un homicidio.

Esperan los informes de las pericias forenses para conocer la mecánica del hecho, los tipos de explosivos y si fue o no la causal de muerte, entre otros resultados.

FUENTE: SAN JUAN 8