No obstante, la fecha exacta de este evento tendrá lugar el sábado 16 de marzo, día en el cual, en 1812, el General José de San Martín fue nombrado por el Triunvirato como coronel de Caballería y comandante del Escuadrón de Granaderos.

Junto con su nombramiento, el cuerpo le encomendó la formación de este cuerpo de caballería, que debería estar compuesto por voluntarios que el seleccionaría.

Según documentos de la Casa Rosada, San Martín "expuso en detalle al Gobierno la necesidad de formar un cuerpo modelo, donde la calidad humana de sus integrantes, fuera más importante que la cantidad."

Para ello, estableció un código de disciplina que todavía rige el accionar diario del cuerpo que, desde 1907, cumple la función de Escolta Presidencial.

"Los granaderos son un símbolo de honor, de valor y un orgullo para todos los argentinos. Ellos han cuidado la Casa Rosada y a los presidentes de la Argentina por más de 100 años", destacó Fernando de Andreis, Secretario General de la Presidencia de la Nación.

Recientemente, la foto del granadero Darío Benítez, del escuadrón Ayacucho, que durante un acto oficial no puedo contener sus lágrimas cuando se descubrió un retrato del Padre de la Patria, se hizo viral y recorrió el mundo.

Este es el cuarto afiche alusivo a una fecha relevante que el Gobierno cuelga este año. El primero fue desplegado a la medianoche del 1 de enero con el número "2019" para recibir al nuevo año.

El segundo ocurrió el 14 de febrero, cuando se colgó una bandera con la imagen de Romeo y Julieta (una de las obras más escenificadas de William Shakespeare) pintado en 1884 por el artista victoriano Sir Francis Dicksee.

"La icónica pareja creada por Shakespeare fue elegida para ocupar el frente de la Casa como símbolo del amor romántico", destacaron desde el Gobierno sobre la imagen, que también sirvió como fuente inagotable de memes para usuarios de las redes sociales.

En ese caso la imagen fue de Justina Lo Cane, la chica de 12 años que falleció mientras estaba internada a la espera de un corazón que nunca llegó, y cuya muerte fue el catalizador de la aprobación de la ley que lleva su nombre, y determina que todos los ciudadanos mayores de edad serán donantes a menos que manifiesten su voluntad de no serlo.