Una cara poco visible de la inflación, aunque no menos descarnada, es la que se vive en los comedores comunitarios de San Juan. Allí el impacto de la suba de precios en los alimentos, sumado a la mayor concurrencia de niños, adultos y ancianos que no logran alimentarse por sus propios medios, consiguen cada vez menos poder mitigar el flagelo de la pobreza.

ACTUALIDAD JACHALLERA dialogo con Laura Vera, responsable de la Asociación de Amas de Casa del País, filial San Juan. Hablo de problemáticas y luchas sociales, inflación y los comedores que se expanden por toda la provincia.

Queremos conocer a través de su presencia en los sectores mas vulnerables de la provincia, ¿Qué es lo que se percibe, aumento la pobreza en San Juan y como responde la asociación frente a determinadas problemáticas?

Años atrás las mujeres se acercaban a nuestra institución buscando diferentes tipos de capacitaciones, para recibir ayuda con relación a la problemática de violencia y para buscar un plato de comida.

En la actualidad estamos abriendo comedores en distintos lados y merenderos para los niños de nuestra provincia. Vienen por nuestra sede de avenida Rioja a pedir mercaderías, porque la gente no está pudiendo cubrir con sus compras los alimentos para su familia.

La semana pasada llego una señora desesperada, consultando si la podíamos ayudar a pagar la boleta de la luz. Esto nos genera impotencia; pero la vez nos da más argumentos para seguir luchando.

¿Y cómo se hace para acompañar a la gente, porque en definitiva ustedes pueden colaborar, pero no brindar soluciones tajantes? 

Nosotros a través de las gestiones y las luchas, tratamos de canalizar sus expectativas. Esto que le decía de los comedores y los merenderos es un paliativo importante. Nuestra lucha trasciende los límites de la provincia, el tema de las tarifas nos preocupa y tratamos de visibilizarlo a través de nuestras luchas. Queremos que a nivel nacional las tarifas se retrotraigan y aquí en San Juan se eliminen los impuestos y contribuciones.

En la actualidad, la gente tiene que dejar de comer sus alimentos para pagar las tarifas. Encima se están perdiendo muchas fuentes laborales formales y ni hablar de la informalidad de los trabajadores.

¿Cuantos merenderos y sitios de provisión de alimentos tienen en la provincia?

Tenemos 35 comedores distribuidos en distintas partes de la provincia, y en nuestra sede funciona un comedor para los chicos que van a las escuelas secundarias y para las víctimas de violencia.

¿Cuántas personas pasan por los comedores y por el local de la asociación?

En el caso de los merenderos cubrimos a 1500 chicos por semana y en los comedores pasan más de 150 personas grandes y jóvenes.

¿Qué pasa con los jubilados, sobre todos aquellos que recibieron el beneficio en estos últimos tiempos?

Nosotros tenemos muchas compañeras que fueron jubiladas por sistema de moratoria y hoy tienen una situación compleja. Porque sus haberes con los descuentos no les alcanzan para cubrir sus necesidades. Muchos de ellos asisten a los merenderos.

Tenemos que hacer un acompañamiento desde el ámbito de la Salud, ayudando a gestionar algún tipo de medicamento o alguna prótesis.

¿Todos estos beneficios y ayudadas que brinda la Asociación de Amas de Casa del País, filial San Juan, es para todos los departamentos?

Nosotros tenemos una llegada a muchos departamentos, pero nos faltan los más alejados, como el caso de Calingasta y Valle fértil. Pero abarcamos con una fuerte presencia en los departamentos del Gran San Juan.

¿Ustedes tienen datos de la desocupación y la vulnerabilidad social de la provincia?

La semana pasada hemos finalizado con un requerimiento que se pedía a nivel nacional, en base a los programas sociales. De 1500 personas que estaban con nosotros capacitándose, un estudio determino que 996 personas arrojaron una vulnerabilidad extrema.

De esos casos sobresalen mujeres víctimas de violencia, mamás adolescentes con hijos que no pueden trabajar, personas mayores de edad con enfermedades y el sostén de familia que buscan por tiempos extensos trabajo y no lo consigue.

En la actualidad no se está abriendo la posibilidad de incorporar programas sociales, como una alternativa para la gente. A nivel nacional se aplica una lupa que no refleja la preocupación que tiene la gente, sino más bien es una lupa política en donde se pasa factura a los gobiernos provinciales.